“Al debe” en manejo del agua: OCDE entrega la 3° Evaluación de Desempeño Ambiental de Chile
El análisis mostró promisorios avances en institucionalidad y conservación, pero con reparos en la gobernanza del agua.
Hace unos días, en la sede de la Cepal, la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, recibió de manos de la Directora de Medio Ambiente de la OCDE, Jo Tyndall, la Evaluación de Desempeño Ambiental de Chile a la que la organización se abocó desde enero de 2023.
Este es el tercer análisis independiente que hace la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico a nuestro país, luego de los informes entregados en 2005 y el 2016, con el objetivo de evaluar nuestro desempeño ambiental a la luz de los objetivos nacionales y compromisos internacionales adquiridos; asesorar en la evaluación de los progresos a los Estados; fomentar la rendición de cuentas; afinar la coordinación de las políticas públicas y sugerir recomendaciones.
“Al debe” en manejo del agua: OCDE entrega la 3° Evaluación de Desempeño Ambiental de Chile
Para esta nueva versión el foco del diagnóstico estuvo especialmente en la gestión y políticas de agua, con la intervención como países pares revisores de expertos de Israel y España, países con vasta experiencia en esta materia.
El documento hace un completo diagnóstico sobre los avances y desafíos que enfrenta el país en materias ambientales, pero – más importante aún – entrega 36 recomendaciones que se convierten en una suerte de hoja de ruta que guía los esfuerzos ambientales para la próxima década.
En el balance, la Evaluación de Desempeño Ambiental destaca los cruciales avances en los últimos 8 años en materia de institucionalidad, con hitos como la Ley Marco de Cambio Climático, la Ley REP (Responsabilidad extendida del productor), la ley que creó el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP) y la incorporación de Chile al Acuerdo de Escazú. Pese a estas buenas noticias, se recalca los desafíos en su implementación y la necesidad de garantizar el financiamiento que lo permita.
Uno de los avances cruciales tiene que ver con la conservación de la biodiversidad, que nos deja como uno de los países líderes en la protección de su mar y tierra. Un claro legado del gobierno de la ex presidenta Michelle Bachelet que incrementó las áreas protegidas desde un 8% de la extensión de nuestro territorio, hasta un 34% de la extensión terrestre y marítima del país.
El informe constata que los planes de descontaminación de Chile han funcionado y las emisiones de material particulado han disminuido, pero aún queda terreno por avanzar en mejorar la calidad del aire, pues la contaminación atmosférica sigue siendo un importante problema para la salud pública, especialmente en las denominadas zonas saturadas, popularmente conocidas como “zonas de sacrificio”.
La OCDE urge a Chile a actualizar el impuesto verde, que no se ha modificado en una década, impulsándolo al alza, para contribuir a acelerar la descarbonización y acercarlo a los niveles de los otros países “desarrollados”.
También destaca la necesidad de seguir implementando la Ley REP y complementarla con una ley de gestión de residuos orgánicos, con miras a tender hacia una economía circular.
Finalmente, aunque reconoce una mejora en el manejo hídrico, gracias a la reforma del Código de Aguas, que prioriza la disponibilidad de agua para el consumo humano y deja de concebir al agua como una propiedad que se asigna gratuitamente y a perpetuidad y pasa a entenderlo como una concesión que expira con el tiempo, advierte que este marco legal sólo aplica a las concesiones de agua otorgadas recientemente y lo derechos de agua antiguos siguen funcionando de la misma forma.
Junto con ello, destaca que hay muchas zonas de Chile donde dichos derechos de agua exceden la disponibilidad del recurso, causando una sobreexplotación que – sumado a otros factores – aumenta la presión y extiende la zona de escasez hídrica del país. En ese sentido, hace un llamado a mejorar la gobernanza del agua, creando una autoridad nacional de agua, mejorando la gestión de las cuencas a través de una correcta planificación de recursos hídricos.