Dinamarca raya la cancha contra el cambio climático con un impuesto que medirá las emisiones de gases de las vacas
El metano producido por eructos y heces de las vacas son un potente gas invernadero perjudicial para el medioambiente.
En una medida pionera para combatir el cambio climático, Dinamarca ha anunciado un impuesto anual sobre las emisiones de metano de las vacas lecheras, subrayando su compromiso con la sostenibilidad ambiental.
El metano, producido principalmente por los eructos y el estiércol de las vacas, es un potente gas de efecto invernadero con una capacidad significativa para calentar el planeta.
Este nuevo impuesto, que espera la aprobación parlamentaria a finales de este año, se establecerá inicialmente en 300 coronas ($39 mil aprox.) por tonelada de emisiones equivalentes de CO2 procedentes de la ganadería. Esta tasa aumentará gradualmente a 750 coronas ($97 mil aprox.) en 2035, en un esfuerzo por reducir la huella de carbono del sector ganadero.
Dinamarca raya la cancha contra el cambio climático con un impuesto que medirá las emisiones de gases de las vacas
A pesar del fuerte enfoque en la sostenibilidad, la introducción de este impuesto ha generado una respuesta dividida. Mientras que los defensores del medioambiente aplauden la iniciativa como un paso crucial hacia la reducción de emisiones, los agricultores han expresado su preocupación, argumentando que las normativas medioambientales son excesivamente burocráticas y podrían afectar negativamente sus ingresos y operaciones.
El sistema alimentario mundial es responsable de aproximadamente un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero, y la ganadería contribuye con alrededor del 12% de estas emisiones. Este nuevo impuesto danés se alinea con los esfuerzos globales para mitigar el cambio climático, apuntando a una de las fuentes más significativas de emisiones dentro del sector agrícola.
Dinamarca, conocida por sus importantes exportaciones de productos lácteos, busca equilibrar su prominente industria ganadera con sus objetivos ambientales. Este impuesto sobre las emisiones de metano representa un esfuerzo ambicioso para liderar el camino hacia una agricultura más sostenible. La aprobación y implementación de esta medida podrían servir de modelo para otros países que buscan abordar el impacto climático de la ganadería.
Con esta iniciativa, Dinamarca no solo subraya su liderazgo en sostenibilidad, sino que también destaca la necesidad de una acción global coordinada para enfrentar los desafíos del cambio climático, demostrando que las políticas ambientales innovadoras pueden coexistir con el desarrollo económico.