Iniciativa chilena de conservación privada se expande a Uruguay
En un esfuerzo por ampliar las áreas protegidas y ofrecer soluciones sostenibles para la habitabilidad rural, Biósfera Austral lanza su innovadora iniciativa de parques de conservación privados en Uruguay, marcando un hito en la conservación ecológica y el desarrollo inmobiliario en América Latina.
En una región donde solo el 1% del territorio está bajo protección oficial, Uruguay se abre paso hacia una revolución en la conservación ambiental.
La organización chilena Biósfera Austral, conocida por su compromiso con la preservación ecológica, ha elegido Uruguay para expandir su modelo de parques privados de conservación y habitabilidad rural.
Iniciativa chilena de conservación privada se expande a Uruguay
Este proyecto no solo busca proteger los ecosistemas naturales, sino también restaurarlos y evitar su fragmentación mediante una figura legal que asegura su conservación perpetua.
Desde su nacimiento hace cuatro años en la Región de Aysén, Chile, Biósfera Austral ha estado a la vanguardia de la democratización de la conservación.
Su enfoque se ha expandido más allá de las fronteras chilenas, observando tendencias similares en países como Australia, Estados Unidos y Argentina.
Con cinco proyectos ya en marcha en las regiones de Aysén y Los Lagos, la organización lleva ahora su visión a Uruguay, específicamente entre Punta del Este y José Ignacio, abarcando unas 300 hectáreas destinadas a la conservación.
El equipo detrás de esta ambiciosa expansión incluye a profesionales de renombre como Macarena Soler, abogada ambiental y directora de la Fundación Geute Conservación Sur, y Francisco Morandé, arquitecto que participó en el diseño de destacados parques nacionales en Chile.
Juntos, están diseñando un modelo jurídico adaptado a las leyes uruguayas para asegurar la protección a largo plazo de estos nuevos espacios.
Diego Varela, socio fundador de Biósfera Austral, destaca la importancia de adoptar altos estándares de conservación en estas iniciativas. Según Varela, el modelo de conservación desarrollado para Uruguay no solo protegerá estas tierras, sino que también servirá como zonas de amortiguamiento entre áreas protegidas y sectores habitables. Este enfoque no solo aumenta la superficie de tierras bajo conservación, sino que también promueve la restauración de los ecosistemas.
Con esta estrategia, Biósfera Austral no solo busca influir en la política de conservación de Uruguay, sino también establecer un precedente para el desarrollo ecológico en América Latina, proporcionando un ejemplo tangible de cómo el desarrollo inmobiliario puede coexistir armónicamente con el medio ambiente.