Los líderes mundiales sub 40
Reformistas, feministas y fanáticos del deporte: así es la generación de líderes que vivieron su infancia en los años 1980.
Kim Jong-Un, el joven mandatario de Corea del Norte, ha estado en los titulares en las últimas semanas porque está dando pasos que ni su padre ni su abuelo, los anteriores líderes de su país, se atrevieron a dar. Firmar un tratado de paz con Corea del Sur, reunirse con el Presidente de los Estados Unidos y mostrar interés por una cierta apertura económica son hechos inéditos en la historia de este país.
Son estos rasgos los que se repiten con mayor frecuencia en los monarcas, líderes supremos y primeros ministros nacidos en la última década de la Guerra Fría: no le temen a cambiar la forma de hacer política.
Sin embargo, junto a una primera ministra que lucha por los derechos de las mujeres y la diversidad sexual, y un rey que le cocinaba a sus súbditos mientras los instaba a votar por primera vez en la historia de su nación, hay líderes que mandan a ejecutar a sus adversarios políticos o impulsan campañas militares que provocan graves crisis humanitarias.
A continuación, le daremos algunas claves para entender a los personajes que están reemplazando a una generación que aún recuerda la época en que la Unión Soviética parecía un monolito imperecedero.
Kim Jong-Un (Corea del Norte)
Aunque no existe información oficial sobre la fecha de nacimiento exacta del líder supremo de Corea del Norte, su tía, Ko Yong-Suk, quien habita en Estados Unidos desde 1998, asegura que el Kim Jong-Un nació en 1984. Creció sabiendo que tenía un estatus único en su país, pero vivió una vida relativamente normal (para alguien de su estatus económico) durante el tiempo que estudió en Suiza: visitaba Euro Disney (actualmente, Disneyland París), esquiaba en Los Alpes, nadaba en las costas francesas y comía en restoranes italianos. Aun así, regresaba a su país cuando no estaba en clases y solía cenar con el embajador norcoreano para reducir la influencia occidental.
Al joven Kim le encantaba el básquetbol y desde 1992 sabía que un día heredaría el gobierno de Corea del Norte. Su tía relata que para su octavo cumpleaños vestía un uniforme de general decorado con estrellas y generales verdaderos le hacían reverencias. “Era imposible para él crecer como una persona normal cuando la gente a su alrededor lo trataba de esa forma”, cuenta Ko.
En diciembre de 2011, luego de la muerte del “amado líder” Kim Jon-Il, joven Kim Jong-Un, con poca experiencia política y militar, fue nombrado cabeza del partido, del Estado y de las Fuerzas Armadas. Desde entonces, se dedicó a darle un nuevo empuje al programa nuclear: de hecho, de las seis pruebas atómicas norcoreanas en su historia, cuatro se realizaron bajo su mandato. Ha demostrado su interés por proteger su poder purgando cientos de cargos en el gobierno y ejecutando a decenas de autoridades, entre ellas su tío Jang Song-Thaek. También se le atribuye el asesinato de su medio hermano Kim Jong-Nam.
Con estos antecedentes y la tendencia occidental a tratarlo de “tirano“, “dictador” o incluso “loco“, la oferta de paz y desarme nuclear presentada unilateralmente por Kim Jong-Un parece algo sorpresivo. Sin embargo, y tal como explica el académico Kim Soonbae, quizás lo que busca el líder norcoreano es “vender caro” sus armas nucleares. Y por venderlas se refiere a un alivio de las sanciones económicas y ayuda internacional.
Sebastian Kurz (Austria)
Nacido en agosto de 1986, el canciller de Austria y líder del Partido Popular Austríaco es el jefe de gobierno más joven del mundo. A diferencia de otros líderes jóvenes, Kurz, el político más popular de su país, es conservador, busca rebajar los impuestos y cerrar la ruta del Mediterráneo que usan los refugiados para llegar a Europa.
El canciller, quien firmó un acuerdo de coalición con la ultraderecha, ha debido enfrentarse a manifestaciones de miles de personas con pancartas que dicen “¡Nazis fuera!” o “¡Muerte al fascismo!” mientras intenta cumplir con sus compromisos de luchar contra la migración irregular, fortalecer las fronteras y controlar el “islamismo político”.
Leo Varadkar (Irlanda)
Varadkar no solo es el primer ministro más joven de Irlanda (nació en enero de 1979): además es abiertamente homosexual e hijo de un migrante indio. Varadkar estará al mando del partido de centroderecha Fine Gael en un país que se ha ido despojando de su tradicional conservadurismo. Basta recordar que, en 2015, Irlanda se convirtió en el primer país del mundo en aprobar el matrimonio igualitario a través de un referéndum.
Varadkar ha dicho que la “construcción de la derecha y la izquierda […] no describe la política moderna”. En una entrevista al Irish Times citada por El País, el primer ministro irlandés afirma: “Si tuviera que definirme en términos de filosofía política, me situaría como social y económicamente liberal, que es estar a la izquierda del centro en asuntos sociales y a la derecha del centro en asuntos económicos”.
Mohammed bin Salman (Arabia Saudita)
El príncipe heredero de Arabia Saudita nació en 1985, pero ya es considerado la figura más influyente de este reino, el mayor exportador de petróleo del mundo.
Con estudios en leyes y amplia experiencia en distintas instituciones del Estado, Mohammed bin Salman fue nombrado ministro de Defensa por su padre, el rey Salman (de 82 años) en 2015, poco después de que este accediera al trono.
En 2016, Mohammed bin Salman reveló un plan para modernizar su país sin eliminar la monarquía: el plan busca modificar el currículum educativo, aumentar la participación femenina en la fuerza laboral e invertir en el sector ocio y entretenimiento (en un país que hasta diciembre de 2017 tenía prohibidas las salas de cine). A él se le atribuye que el rey Salman autorizara a las mujeres a conducir y a asistir a partidos de fútbol.
Pese a esta visión más renovadora, no se puede obviar que Arabia Saudita aún no pretende eliminar el tutelaje de los hombres sobre las mujeres, que el mismo príncipe mandó encarcelar a numerosos príncipes, ministros y exministros acusándolos de corrupción o que organizó junto a otros estados árabes una campaña militar contra Yemen en marzo de 2015, lo que ha provocado una crisis humanitaria en ese país.
Jacinda Ardern (Nueva Zelanda)
Nacida en 1980, Jacinda Ardern es la primera ministra más joven de Nueva Zelanda en 150 años y la tercera mujer de ese país en ocupar ese puesto. Es defensora de los derechos de la mujer y de la diversidad sexual, y no se complica al hablar de sus problemas de ansiedad. Además, ha llevado al partido Laborista de regreso al poder, luego de nueve años de gobiernos Nacionalistas. Es agnóstica, pero creció como mormona: se retiró en 2005 por su oposición a la homosexualidad. De hecho, siendo legisladora, votó a favor de la ley de matrimonio igualitario en 2012.
Ardern es además la líder del partido Laborista y fue parte del parlamento neozelandés por primera vez en 2008. Asumió como primera ministra en octubre de 2017 y en enero anunció que está embarazada por primera vez. Sin embargo, cuando un periodista le preguntó el año pasado si “es correcto que una primera ministra tome fuero maternal mientras ejerce su cargo”, Ardern lo apuntó con el dedo y le dijo que aceptaba que le preguntara por el tema, pero también subrayó que “es totalmente inaceptable que otras mujeres en 2017 deban responder esa pregunta en su lugar de trabajo”.
Tamim bin Hamad Al Thani (Catar)
El emir de Catar nació en junio de 1980, tiene tres esposas, ocho hijos y es fanático de los deportes. Tanto, que fue presidente del Comité Olímpico Nacional de Catar, en 2005 creó la sociedad “Catar Sport Investiments”, dueña del equipo de fútbol Paris Saint-Germain y patrocinadora del FC Barcelona. Además, se le considera el artífice que hizo posible que su país se convirtiera en la sede del Mundial de Fútbol 2022.
Se estima que su fortuna ronda los US$ 2.000 millones, que ha invertido en hoteles de lujo en Europa, inversiones en la industria automovilística, entidades financieras, supermercados y centros comerciales.
Al Thani se educó en Gran Bretaña y se graduó en la academia militar Sandhurts. Además de haber sido nombrado subcomandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Catar, fue presidente del Consejo Supremo de Educación y presidente de la Autoridad de Inversiones de Catar.
Ascendió al puesto de emir en 2013, cuando su padre renunció al cargo. Desde entonces, Al Thani ha continuado explotando los combustibles fósiles que han hecho de Catar uno de los países más ricos de la región. Sin embargo, también ha recibido críticas y un enfriamiento en las relaciones con otros países árabes por acusaciones de apoyar a grupos terroristas mantener buenas relaciones con Irán y por su apoyo a los Hermanos Musulmanes en Egipto.
Jigme Khesar Namgyel Wangchuck (Bután)
El “Rey Dragón” de Bután, Jigme Khesar Namgyel Wangchuck, nació en febrero de 1980. Es monarca desde 2006, cuando abdicó su padre, Jigme Singye Wangchuck, quien ascendió al trono a los 16 años y recibió reconocimiento internacional por convertir Bután en una monarquía constitucional y por centrarse más en la salud mental y espiritual de su pueblo que en el desarrollo económico.
El príncipe heredero, Jigme Khesar, se educó en la India, Estados Unidos y Reino Unido, y no tuvo que hacer grandes esfuerzos para ganarse a su gente. Bután es un reino con menos de 800 mil habitantes, muy leal a su corona. Tanto así, que gran parte de la población lamentó la decisión del antiguo rey de quitarle poder a la monarquía, o el hecho de que el nuevo rey se casara con una plebeya en 2011. Un panorama muy distinto al del cercano Nepal, donde la monarquía cayó violentamente en 2008, luego de una revuelta generalizada.
En cambio, el rey de Bután acostumbra viajar a pie o en bicicleta por el reino, quedándose en la casa de sus súbditos e incluso cocinando para ellos. Sin embargo, el viaje más complejo del rey Jigme Khesar fue en 2008, cuando supervisó los últimos pasos de la democratización y se dedicó a convencer a la gente para que votara en las elecciones.
Otro gran desafío para el Rey Dragón han sido las relaciones con su poderoso vecino, India, que ejerce una gran influencia sobre el reino y al que le preocupa la presencia de rebeldes nacionalistas asameses en el sur de Bután.
Carlos Alvarado Quesada (Costa Rica)
Es escritor, rockero y exministro. Nació en enero de 1980. Y es el presidente de Costa Rica para el periodo 2018-2022. Alvarado, que fue vocalista de la banda de rock Dramatika, autor de tres novelas y ganador del premio Joven Creación de la Editorial Costa Rica en 2006, derrotó a un contrincante evangélico que prometía defender los “valores tradicionales” y que además era cantante de música cristiana.
Alvarado se destacó por su gestión como ministro del Trabajo en el gobierno anterior. Como presidente, deberá enfrentar una crecida del déficit fiscal, el aumento de la criminalidad y la desigualdad social, entre otros desafíos.
Jüri Ratas (Estonia)
Nacido en julio de 1978, el Primer Ministro de Estonia es también el mayor de los mandatarios del mundo sub 40. Economista, abogado y activista ambiental, Jüri Ratas trabajó en el sector privado antes de ser nombrado asesor económico del municipio de Tallinn en 2002. Luego, fue alcalde interino de la ciudad, antes de ser elegido democráticamente para el cargo en 2005. Miembro del Partido de Centro, Ratas fue elegido Primer Ministro en 2016: se trata de la primera vez en una generación en que el Partido de Centro participa en un gobierno.
Por años, el Partido de Centro ha sido el conglomerado de una minoría estonia que habla ruso. El compromiso de Ratas —que se alió al Partido Social Demócrata y a la Unión Res Pública (IRL)— es mantener su alianza con la OTAN y la Eurozona. De hecho, el Primer Ministro aseguró que no cambiaría en nada su política exterior favorable a Occidente.
Bonus track: jefes de gobierno mayores de 90
Si no contamos a los jefes de Estado (donde, por ejemplo, se ubica la Reina de Inglaterra), en el mundo hay solo dos líderes mayores de 90 años: Mahathir bin Mohamad, primer ministro de Malasia (nacido en 1925 y en el cargo desde el 10 de mayo de este año) y Béji Caïd Essebsi, presidente de Túnez (nacido en 1926 y ejerciendo desde diciembre de 2014).
Bin Mohamad tiene una carrera política de más de 70 años y fue primer ministro de su país entre 1981 y 2003. Ahora salió de su retiro para unirse a la oposición del ex primer ministro Najib Razak, acusado de corrupción, y regresó al cargo que ejerció por más de dos décadas.
Béji Caïd Essebsi es presidente de Túnez y comparte el poder ejecutivo con el primer ministro. Caïd Essebsi ejerce en un país islamista que ha propiciado una revolución progresista, democrática y secular, impulsando la separación de la religión del Estado, la emancipación de la mujer, el impulso al desarrollo social y la modernización general del país. Sin embargo, Túnez enfrenta una serie de desafíos derivados del radicalismo islámico, la pobreza y un entorno regional problemático.