El espectáculo dominical por la liberación de Lula
Este domingo, el juez de guardia Rogério Favreto ordenó numerosas veces la liberación del expresidente de Brasil, quien lidera las encuestas presidenciales. Pero no tuvo éxito.
El domingo 8 de julio chocó el poder judicial brasileño en el intento por liberar a Luiz Inácio Lula da Silva. A las 9 de la mañana de Brasil, el juez de guardia Rogério Favreto, del tribunal de segunda instancia de la 4ª Región (TRF4), ordenó liberar a Lula, acogiendo un pedido de habeas corpus presentado por la defensa del expresidente.
A mediodía, el juez Sérgio Moro (que condenó a Lula en primera instancia) afirmó que Favreto no tiene las competencias para ordenar la liberación de Lula y solicitó que la decisión de Favreto fuese anulada. Entonces el juez João Pedro Gebran Neto, responsable del caso de Lula en esa segunda instancia, terció a favor de Moro e invalidó la orden del primer magistrado.
Poco después, Favreto emitió una nueva orden de liberación. A esas alturas los titulares de los periódicos online brasileños debían incorporar la actualización permanente a la parrilla noticiosa. Y con razón, porque justo antes de que se cumpliera la hora de la liberación, de nuevo un juez arruinó la sorpresa dominical de Lula.
El Ministerio Público Federal se había unido a Moro y cuestionado las competencias del juez de guardia. Este continuó librando el duelo hasta después de las 16:00 de Brasil, cuando el presidente del Tribunal de Apelaciones terminó zanjando la batalla: Lula seguirá recluido en la sede de la Policía Federal en Curitiba, donde cumple una condena de 12 años y 1 mes por corrupción.
El expresidente de Brasil fue acusado de recibir un departamento en la costa de São Paulo por parte de la constructora OAS a cambio de contratos con la petrolera estatal Petrobras. Pese a su situación judicial, que lo inhabilita para los comicios, Lula da Silva ha mantenido su candidatura a las presidenciales de octubre y es, con holgura, el favorito en las encuestas.