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La inestabilidad de la democracia brasileña

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Agencia Uno
POR Isidora Sanhueza |

El presidente Jair Bolsonaro enfrenta duros cuestionamientos con respecto al alto número de fallecidos por Covid-19, su mal manejo en la pandemia y notables diferencias con las distintas autoridades del país.

Durante la jornada de ayer el diario The New York Times publicó un artículo anunciando una posible intervención militar en Brasil por parte del presidente Jair Bolsonaro y sus pares para proteger su control en el poder. Esto, en medio de distintas amenazas que circulan alrededor del presidente, principalmente por el cuestionado manejo que ha tenido con respecto a la pandemia del coronavirus, además de las investigaciones por múltiples hechos como corrupción, abuso de poder, difamación, entre otros, en las que está involucrado junto a sus hijos.

El Tribunal Superior Electoral podría incluso llegar a anular su elección. Es por esto que aparecen los rumores sobre un posible autogolpe militar y es precisamente uno de sus hijos, Eduardo Bolsonaro, quien declaró a un bloguero brasileño que ya no se discute si sucederá o no una intervención militar, sino “cuándo sucederá”.

El analista internacional John Müller comentó en Primera Pauta, de Radio PAUTA, con respecto a estos dichos que “eso evidentemente sonó a una amenaza clarísima y la única duda que puede materializarse de las palabras de Eduardo Bolsonaro es si esa intervención contaría con su padre o no, o sea, si sería una intervención que apartaría a Jair Bolsonaro del poder, como se rumoreó hace un tiempo, o sería un movimiento en que él estaría en frente”.

Asimismo, en el caso de que ocurriera una intervención, Müller afirmó que “si pasa algo de esto en Brasil lo que tenemos es un problema de cambio de régimen, no solo porque va a desaparecer la democracia, sino que la tensión actual que hay entre Jair Bolsonaro y los problemas de Gobierno que están apareciendo tienen que ver con su configuración de régimen descentralizado, o sea, la existencia de estados federales que tienen su propia autonomía y que tienen que compartir el poder con un presidente que tiene pocas ganas de compartir el poder o que tiene muchas ganas de un protagonismo que le permita gestionar mejor”.