En medio de la crisis sanitaria, desescolarizar a un estudiante y comenzar a educarlo en casa está adquiriendo una nueva popularidad. Padres y madres cuentan su experiencia.

Mónica, Ximena y Johanna sacaron a sus hijos del colegio durante este 2020. No los inscribieron en ningún otro.

El 15 de marzo el Presidente Sebastián Piñera anunció la suspensión de clases presenciales, debido a la crisis sanitaria por el coronavirus SARS-CoV-2. Poco después comenzaron las cuarentenas.

Los niños comenzaron clases a distancia. De un día para otro, padres, madres, hermanos y abuelos tomaron roles de profesores para los cuales, en la mayoría de los casos, no contaban con experiencia ni conocimientos. Y así, sin proponérselo, varios empezaron a preguntarse en medio de una crisis sanitaria y económica incierta: ¿Y si esto continuara? Y una respuesta apareció: homeschooling.

La experiencia de desescolarizar 

Johanna Filgueira sacó a sus hijos, Emilia (10) y Pablo (16), del colegio. Comenzaron a estudiar en casa este año. “Realizamos averiguaciones y adecuamos el hogar con pizarra, escritorios, materiales, textos, un huerto, entre otras cosas”, cuenta Filgueira.

Gerardo Mora, padre de dos niñas -una de cuatro y otra de ocho años-, tomó el mismo camino. Dice que la decisión no fue ni sencilla ni de un día para otro: “Fue un proceso. Nos tomamos seis meses para decidir y más de un año en implementar”.

“Para nosotros, la mayor dificultad ha sido organizar nuestros tiempos laborales. Ambos trabajamos a media jornada y durante el primer año la distribución del tiempo fue muy difícil. Finalmente lo pensamos como tres trabajos: el desarrollo profesional, la educación de las niñas y la doméstica de la casa. Y tratamos de ser equitativos con la distribución de tiempos y responsabilidades al momento de organizar cada mes”, describe Mora. 

¿Y cómo se llega al homeschooling?

Según el artículo cuarto de la Ley 20.370, “la educación es un derecho de todas las personas. Corresponde preferentemente a los padres el derecho y el deber de educar a sus hijos”. Y así como los padres pueden elegir el establecimiento donde será educado su hijo, también pueden optar por una enseñanza desligada de dichos establecimientos.

La misma ley reconoce que existen modalidades al margen del sistema formal, cuyo avance y progreso entre un curso y otro deberá ser validado a través de exámenes libres.

Al mismo tiempo, la educación en casa implica menos gastos. 

Los requisitos

El Ministerio de Educación establece algunas condiciones para que una persona menor de 18 años pueda rendir exámenes libres, estando en capacidad de hacerlo solo quienes cumplan con alguna de las siguientes circunstancias:

• No haber realizado estudios regulares o haberlos interrumpido.
• Haber realizado estudios en establecimientos educacionales no reconocidos oficialmente por el Estado.
• Participar en Proyectos de Reinserción Escolar y no aparecer en el Sistema de Información General de Estudiantes (SIGE).
• Pertenecer a la red Sename y no encontrarse matriculados en un establecimiento educacional con reconocimiento oficial del Estado.
• Ser extranjeros residentes en Chile o chilenos que regresan del extranjero, cuyos países no tienen convenio para convalidar estudios.

Un punto sumamente relevante es que no podrán inscribirse para rendir exámenes libres aquellos estudiantes que, durante ese mismo año, hayan estado matriculados en algún establecimiento educacional reconocido por el Estado. Eso dice la norma, al menos.

La excepción a la regla dice que solamente se permitirá en casos justificados por motivos de salud, los cuales deben estar debidamente acreditados “con certificado médico, informe sicológico, sicopedagógico o social, según corresponda, realizado por el profesional respectivo”.

Así fue el caso de los hijos de Johanna Filgueira, quienes, habiendo estado matriculados para el 2020 en establecimientos educacionales, alcanzaron a asistir menos de una semana a sus respectivos colegios antes de ser retirados y comenzar la educación en casa.

“Emilia sufre de asma crónica y constantes cuadros respiratorios. Pablo tiene trastorno de ansiedad generalizado”, cuenta Filgueira.

Mónica Pérez presentó un certificado médico por motivos sicológicos y Ximena Maldonado uno que acreditaba las fuertes alergias que sufre su hijo debido a la sobrerreacción que presenta su sistema inmune. 

Una vez que los documentos médicos son entregados al Mineduc, el órgano estatal brinda su aprobación y se indica a los padres cuál será el colegio examinador donde deberán ser rendidos los exámenes. “Ahí es cuando los padres preparamos a nuestros hijos; algunos optan por colegios virtuales, profesores, o enseñan ellos”, agrega.

Sobre la experiencia de que su hija rinda exámenes libres, Gerardo Mora cuenta que ese día van al colegio asignado en familia, incluso con la abuela.

“Es un día especial para todos, en el cual acompañamos a nuestra hija mayor. Luego comemos pizza para celebrar, pero el resultado no importa. Porque si ella no aprobase algún examen libre, puede rendirlo en otra oportunidad pues no existe la reprobación. Y cada año el Mineduc dispone de dos o tres instancias para cumplir con esta obligación”.

De todos modos, PAUTA conoció testimonios de apoderados que, sin necesidad de contar con un certificado médico, lograron retirar a sus hijos de los establecimientos educacionales donde estudiaban en 2020 e inscribirlos a la rendición de exámenes libres (recibiendo la respectiva aprobación para esto). “Esperé a que fuera retirado del registro SIGE. Es el mismo colegio el que los retira de su propio registro y sube esa información al Ministerio de Educación. Me tinca que al salir de SIGE no queda rastro de que estuvo en colegio”, cuenta una de las apoderadas. 

¿Homeschool por la pandemia?

En vista de la crisis sanitaria, PAUTA consultó al Ministerio de Educación sobre si se estaba pensando modificar la normativa existente en materia de rendición de exámenes libres y educación en casa. 

La respuesta de Raimundo Larraín, jefe División de Educación General, fue tajante: “El proceso de validación de estudios mediante exámenes libres sigue vigente con todas sus características”. En otras palabras, por ahora no se está considerando una modificación en la normativa. 

De todos modos, desde el Mineduc señalaron que “sabemos que el país está pasando por momentos complejos por la pandemia de coronavirus, lo que repercute en varias áreas. En caso de que algún apoderado necesite cambiar a su hijo de establecimiento educacional por cualquier motivo que lo amerite, debe dirigirse a la Seremi de Educación correspondiente a su región y desde esta entidad los ayudarán a encontrar un cupo en colegios gratuitos”.

Respecto de la cantidad de inscripciones que se han realizado en lo que va del 2020 en comparación al año anterior, Larraín indicó que, mientras que al 17 de mayo de 2019 quienes habían sido aprobados para rendir exámenes libres eran 2.152 jóvenes, hasta el 17 de mayo del 2020 la cifra alcanzó solamente los 1.817 casos.

Sobre esto, cabe mencionar que el primer periodo de inscripciones este año se realizó entre el 6 de abril y el 11 de mayo, mientras que la segunda etapa partió el 12 de mayo y se extenderá hasta el 31 de agosto. Sobre las cifras de estudiantes inscritos hasta la fecha, desde el ministerio señalaron que solamente entregan cifras de procesos cerrados. 

Según el Centro de Estudios del Ministerio de Educación (Mineduc), en 2019 más de la mitad de todos los alumnos matriculados en algún establecimiento de educación cursaron sus estudios en una escuela particular subvencionada (1.951.763 alumnos), seguidos por los colegios municipales (1.236.988) y establecimientos particulares pagados (332.675).