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Las primeras opiniones sobre Chile de la futura embajadora de Estados Unidos

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Captura de pantalla. Créditos: PAUTA
POR Eduardo Olivares |

Leora Rosenberg Levy se presentó ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano.

“Sí, hablo español. ¡Soy cubana! Cubano-americana”, dijo en castellano Leora Rosenberg Levy, la carta del presidente Donald Trump para asumir como próxima embajadora de Estados Unidos en Chile.

En una audiencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano, cuya presentación fue revisada por PAUTA, Levy describió su visión de Chile, los intereses que la vinculan con el país y, además, debió responder los cuestionamientos a expresiones suyas realizadas hace 10 años sobre el Partido Demócrata.

El anuncio de su nominación se conoció en septiembre de 2019. Fue mucho tiempo después del término del período de Carol Perez como cabeza de la legación en Santiago. Desde entonces, la Embajada de Estados Unidos ha estado dirigida por su encargado de negocios, Baxter Hunt. Es decir, Estados Unidos no tiene un embajador en Chile desde hace 18 meses.

Los diplomáticos nominados por los presidentes de Estados Unidos suelen pasar por un exhaustivo proceso de revisión de antecedentes del Departamento de Estado y luego se presentan ante los congresistas para una sesión de preguntas.

Levy pasó por el Senado precisamente este jueves 23 de julio a partir de las 10:15 horas. La entrevista duró un par de horas y en ella también se incluyeron los testimonios de otros embajadores designados por Trump para Perú, Guatemala y Canadá.

El nerviosismo de Levy

“Nací en Cuba y escapé de la revolución comunista de [Fidel] Castro con mi familia en 1960. Mi historia familiar también incluye el peligroso escape de mi madre y mis abuelos de Lituania a Cuba en 1940″, comentó tras agradecer la nominación presidencial y luego el apoyo de su familia. Muy nerviosa en varios pasajes de su intervención inicial de seis minutos, Leora Levy incluso exhibió fotografías de sus hijos y de sus padres.

Levy no tiene experiencia diplomática. Su licenciatura la cursó en la Universidad de Brown, donde se especializó en Relaciones Internacionales, y su aproximación al Departamento de Estado proviene de aquellos años de universitaria, cuando rindió el examen escrito del Servicio Exterior.

“Tomé un camino diferente y me convertí en una de las primeras comercializadoras de productos básicos en Wall Street, como ejecutiva internacional de comercio de azúcar, de acero y de concentrados de cobre, enviando cientos de miles de toneladas de concentrados de cobre desde Chile a puertos de todo el mundo”, recordó. En esos años, la nominada presidencial trabajó en Philbro-Salomon, que desapareció como tal en 1986.

Con los años, Leora Levy se convirtió en una empresaria y filántropa en su hogar en la localidad de Greenwich, en el estado de Connecticut. Y, en particular, dedicó parte de sus actividades públicas como financista del Partido Republicano, labor por la cual ha recibido distinciones.

Al leer su declaración para obtener la venia de los legisladores, Levy planteó que “Chile es uno de nuestros aliados más fuertes en el hemisferio. Estados Unidos y Chile mantienen valores y compromisos profundamente compartidos con la gobernabilidad democrática, la seguridad regional, los derechos humanos, el Estado de Derecho y los mercados libres para crear oportunidades económicas y prosperidad para todos”. Al respecto, recordó la llamada telefónica entre Trump y el Presidente Sebastián Piñera en mayo, cuando hablaron de la democracia en la región y los esfuerzos conjuntos en el combate a la pandemia.

La posible embajadora aseguró haber seguido los sucesos luego de ocurrido el estallido social, tema sobre el cual se manifestó optimista. “Es alentador ver que el Gobierno chileno, los partidos de oposición, la sociedad civil y los grupos que se sienten privados de sus derechos han progresado constantemente hacia la resolución de problemas pendientes a través del discurso civil, una legislación equilibrada y el Estado de Derecho basado en instituciones democráticas fuertes, mientras se acercan a un Plebiscito de octubre sobre si se escribirá una nueva Constitución”, dijo.

Luego enumeró una serie de elementos de intercambio entre ambos países, en áreas comerciales, educacionales, culturales, científicas y turísticas. 

Cerró sus palabras iniciales con esto: “Si tengo el honor de servir como embajador de los Estados Unidos en Chile, mi principal prioridad siempre será la seguridad del personal de la embajada y de todos los estadounidenses en Chile”. Claro que eso lo mencionó en la última línea de su presentación.

“Lo que dije entonces… ya no creo en eso hoy”

Tras las presentaciones, vinieron las consultas. Y suelen ser difíciles cuando quien pregunta es un legislador de la oposición.

Ese rol lo cumplió el senador demócrata Bob Menendez. Cuestionó directamente el tenor de declaraciones de Levy en 2010, cuando ella dijo en una actividad política que “el Partido Demócrata está destruyendo al país y nuestra forma de vida”. Menendez sobre todo resintió que Levy acusara a su amigo y entonces senador Harry Reed por actuar en aquel sentido.

“En 2010 yo era una ciudadana privada, no estaba hablando desde ningún cargo oficial. Fue en el transcurso de una discusión política. Y lo que dije entonces… ya no creo en eso hoy”, respondió Levy con visible tensión. “Fue en el fragor del momento. No fue hecho con la intención de hacer una ofensa personal. Simplemente se trató de desacuerdos de política”, agregó.

Menendez comenzó entonces una serie de comentarios mezclados con cuestionamientos sobre cómo Levy podría representar los intereses nacionales de Estados Unidos y no solo a los republicanos. La empresaria rápidamente afirmó que sin duda se comportaría como una embajadora de todos los ciudadanos de su país.

En otro momento, el senador Menendez citó un tuit que Levy compartió y que acusaba falsamente que la madre de la ex primera dama Michelle Obama recibía beneficios sociales. “Tan pronto supe que era fake news, me disculpé”, contestó Levy.

Curiosamente, también el parlamentario demócrata le enrostró unos comentarios negativos que la candidata efectuó en el pasado sobre el entonces ciudadano Donald Trump. 

“Si soy confirmada como embajadora, mi intención es trabajar muy estrechamente con mi equipo de asuntos públicos en cómo postear cosas positivas y constructivas en Twitter y otras redes sociales”, comentaría la aludida.

El proceso de confirmación aún tiene algunas etapas: primero la votación de este mismo comité y luego el pleno del Senado. No hay fechas confirmadas.

Revise la sesión de audiencias de este 23 de julio en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos.