Embajador de Azerbaiyán por el conflicto con Armenia: “Es una guerra por la patria”
Rashad Aslanov dice que los armenios hacen una ocupación ilegal del territorio azerí y que su país es un régimen democrático pese a los indicadores internacionales en contrario.
El conflicto desatado en Nagorno-Karabaj, territorio autónomo de facto con población armenia y ubicado dentro del Estado de Azerbaiyán, ha despertado la preocupación internacional. Aunque los países coordinadores del Grupo de Minsk (Rusia, Estados Unidos y Francia) han demandado un alto al fuego, las escaramuzas han continuado.
El territorio es el foco de una disputa histórica entre Armenia y Azerbaiyán, dos exrepúblicas soviéticas que libraron una guerra entre 1988 y 1994 que concluyó con un armisticio, pero no con un tratado de paz. Este año el sonido bélico se escuchó en abril, luego en julio y se ha intensificado desde septiembre.
Nagorno-Karabaj alberga a casi 150 mil habitantes, en su mayoría de etnia armenia, y ha proclamado su autonomía. Tanto así que se autodenominan la República de Artsaj, que cuenta con su propio régimen presidencial, pero no goza del reconocimiento oficial de Naciones Unidas.
En PAUTA solicitamos a las embajadas de Azerbaiyán y de Armenia concurrentes en Chile -sus oficinas están en Buenos Aires- sostener una conversación conjunta con nuestro medio. Solo la legación azerí contestó y aceptó.
La visión azerí
En esta Entrevista en PAUTA, el embajador de Azerbaiyán para Chile, Rashad Aslanov, sostiene que las acciones armenias corresponden a una “violación territorial a un país y su soberanía”.
Efectivamente existen resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en que insta a Armenia al retiro de sus fuerzas -o que use su influencia con el mismo objetivo- de las zonas relacionadas con Nagorno-Karabaj.
“Nos atacaron en la frontera en julio; después nos atacaron en agosto, cuando enviaron a un grupo de sabotaje para cometer actos terroristas en Azerbaiyán. El 27 de septiembre nos atacaron otra vez”, comenta. Armenia ha negado haber comenzado con el conflicto reciente.
“Es una guerra por la patria”, defiende Aslanov, “porque nosotros estamos liberando y recuperando los territorios ocupados según el derecho internacional”.
“Nosotros tendremos paz cuando Armenia saque sus tropas de esos territorios”, afirma. “Mucho se habla de los armenios que viven en Karabaj. OK, ellos, si quieren vivir [ahí], van a vivir junto con los azerbaiyanos que están ahora fuera, desplazados, que tienen que regresar, y van a vivir juntos como ciudadanos de Azerbaiyán. Azerbaiyán es un país multicultural”.
El diplomático acusa que “Armenia no quiere negociar” en el seno del Grupo de Minsk. Plantea que Ereván ha rechazado un acercamiento que implique la desocupación militar. “No hay tema para hablar, sobre qué vamos a negociar”.
El papel de Turquía
El diplomático desmiente la información de que Turquía esté gestionando el envío de militares o mercenarios a Azerbaiyán para respaldar las acciones en contra de Armenia, como acusó el presidente de Francia, Emmanuele Macron.
“Turquía es un país aliado y hermano. Desde el primer día de la ocupación armenia, Turquía nos apoyó. Apoyó el derecho internacional. Apoyó nuestra posición, que es que los territorios de Azerbaiyán están bajo ocupación”, comenta.
Agrega que el país gobernado por Recep Tayyip Erdogan “nunca asistió en el conflicto y no [ha brindado] ningún apoyo militar directo en esas operaciones que estamos haciendo […] Nos acusaron desde Francia, desde Europa, de que nosotros usábamos los aviones F-16 de Turquía, que usamos mercenarios, ¡pero nadie ha compartido con nosotros ningún hecho! Ahora estamos esperando el ‘perdón’ de los países que nos acusaron”.
El régimen autoritario
Azerbaiyán es dirigido desde 2003 por Ilham Aliyev. Heredó el poder directamente tras la muerte de su padre, Heydar Aliyev, quien gobernó entre 1993 y 2003. El embajador califica a su presidente como “el líder de un país, es un demócrata, es una persona en quien mi pueblo, todo el pueblo, tiene gran confianza […]. Siempre está pensando en hacer a Azerbaiyán más fuerte y a su pueblo más feliz”.
Entidades internacionales como Freedom House y Polity IV, así como el Índice de Democracia de The Economist sitúan a Azerbaiyán en la parte baja de los registros de democracia, lo cual significa que califica como un régimen autoritario.
El embajador Aslanov desestima todas esas mediciones. “Por supuesto que Azerbaiyán es un país democrático. Hay 50 partidos en Azerbaiyán. Ahora firmaron una declaración en solidaridad con el Gobierno de Azerbaiyán. Fue siempre un país democrático”.
Incluso más, la Organización para la Seguridad y Cooperación Europea (OSCE) ha sido invitada regularmente por Bakú a observar sus elecciones. En su más reciente informe, de febrero de este año, para monitorear los comicios parlamentarios, la delegación concluyó que “la legislación restrictiva y el entorno político impidieron una competencia real en las elecciones parlamentarias anticipadas del 9 de febrero de 2020 en Azerbaiyán, a pesar del elevado número de candidatos” y “los votantes no tuvieron alternativas significativas debido a la falta de una discusión política real”. Aunque la misión notó avances en algunas áreas, “importantes violaciones de procedimiento durante el recuento y la tabulación plantearon preocupaciones sobre si los resultados se establecieron honestamente”.
Aunque Armenia ha mejorado las libertades políticas desde 2018, tampoco es una democracia plena.
Nota: PAUTA editó algunas respuestas del embajador para hacerlas más comprensibles en español. Ninguna altera el sentido de lo dicho.
Revise en forma íntegra la entrevista con el embajador de Azerbaiyán ante Chile, Rashad Aslanov