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Qué dice el informe del Pentágono sobre la evidencia de tecnología extraterrestre

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Departamento de Defensa de EE.UU.
POR Diego Zárate |

La inteligencia norteamericana ahora pide más recursos para fortalecer su investigación de los ovnis. La mayoría en EE. UU. cree en la vida inteligente en otros planetas.

Desde que el Departamento de Defensa de los Estados Unidos confirmó varias fotos y videos filtrados de objetos voladores no identificados (ovnis) tomados en 2019, las discusiones e investigaciones de estos fenómenos se hicieron más recurrentes. Y más seriamente.

El Congreso de Estados Unidos exigió un informe que detallara todo el conocimiento y registro que se tuviera de estos misteriosos objetos vistos por pilotos norteamericanos, lo cual implicó un hito en la materia. Y entonces, por primera vez, Washington debió divulgar un documento oficial sobre lo que sabe y lo que no de un fenómeno que hasta ahora había encontrado un espacio en la filmografía y la cultura popular más que en las oficinas científicas gubernamentales.

El detalle final revelado en un informe por el Pentágono el viernes 25 de junio declara un total de 144 avistamientos de ovnis. Solo uno podría tener una explicación clara (un globo desinflado), pero los 143 restantes siguen sin conclusiones precisas.

Portada del informe del Pentágono sobre los ovnis.
Portada del informe del Pentágono sobre los ovnis.

Qué dice el informe

El resumen inicia con una nueva descripción para estos avistamientos, que ahora, en forma oficial, se llaman “Unidentified Aerial Phenomena” (UAP). En español: “Fenómenos Aéreos No Identificados” (FANI). El estudio especifica que los resultados datan de reportes registrados entre 2004 y 2021, teniendo un total de 144 avistamientos mediante múltiples sensores como lo son radares, infrarrojos, dispositivos de búsqueda de amenazas y contactos visuales.

Cada uno de estos ovnis muestran diferentes tipos patrones y son impredecibles. El único caso que fue identificado por el Ejército fue el de un globo de gran tamaño, no obstante los 143 restantes no se tiene un indicio claro acerca de su posible origen. 80 de estos objetos fueron captados con múltiples sensores durante entrenamientos u otras actividades militares.

La causas que especifica el informe respecto a la poca claridad e ineficacia para precisar el origen o motivo de estos encuentros son principalmente que los sensores con los que se han captado los fenómenos están diseñados para cumplir cierto tipo de misiones y no para la identificación de objetos voladores.

Además, la gran cantidad de variables, ya sean tamaños, velocidades, formas, superar la capacidad de detección aérea del Ejército. Hay 18 reportes donde las características de vuelo de estos objetos no concuerdan con ninguna tecnología conocida: maniobras abruptas, velocidades muy rápidas sin métodos de propulsión aparente, volar en contra del viento o simplemente permanecer estacionados en mitad del aire, son algunas de las distinciones que hacen a estos fenómenos tan difíciles de predecir o determinar su origen.

Posibles explicaciones

Las agencias de inteligencia norteamericanas entregaron en el reporte cinco hipótesis para explicar estos tipos de encuentros:

  • Desórdenes aéreos:estarían todos los objetos desarrollados por seres humanos como globos meteorológicos, vehículos recreativos, desechos provenientes del espacio exterior o también orígenes animales como aves de gran tamaño que puedan interferir con los sensores.
  • Fenómenos atmosféricos: cristales de hielo, humedad y fluctuaciones térmicas que puedan ser detectadas por radares o los sistemas infrarrojos.
  • Programas clasificados de Estados Unidos: posibles experimentos o pruebas de tecnología clasificadas ya sea del gobierno de EE. UU. o de empresas estadounidenses.
  • Tecnología de espionaje extranjera: dispositivos elaborados para burlar los métodos de defensa de la defensa de Estados Unidos por parte de potencias rivales.
  • Otros: esta es la categoría más amplia e interesante de todas, ya que se asume una imposibilidad tecnológica para determinar el origen de todos estos objetos y no se descarta que se trate de una intervención de una tecnología más avanzada de la que tiene el ser humano actualmente o que provenga del espacio exterior.

Próximos pasos

El reporte nunca afirma que los ovnis puedan tener procedencia extraterrestre, pero tampoco está en posición de negarla. En general, el tono apunta a la necesidad de continuar las indagaciones.

Dentro del informe se detalla que una de las formas de tener más claridad sobre estos hechos es desarrollar una tecnología especial para el rastreo de ovnis. Para esto, se debe invertir y potenciar los recursos para las investigaciones de esta área, así que un primer paso sería aumentar el presupuesto para el desarrollo e investigación de los UAP.

También, otro de los objetivos declarados en el informe es el de ampliar la colección de reportes. Hasta hace un par de años el hablar de ovnis o extraterrestres era un tema tabú, sobre todo dentro de los organismos militares norteamericanos. Ahora se espera que todos los encuentros hasta ahora no detallados o descartados con anterioridad, sean nuevamente revisados para intentar encontrar patrones o variables comunes entre estos fenómenos.

Revise el comentario de Eduardo Olivares sobre el reporte del Pentágono acerca del origen de los ovnis

La mayoría cree en vida inteligente extraterrestre

Ante la nueva información proveniente, el Instituto SETI divulgó un comunicado en que diferenció su labor de aquella de quienes se dedican a la investigación de los ovnis. SETI es el acrónico en inglés para “Search for Extraterrestrial Intelligence” (“Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre”). La principal, dijo la entidad, es que en SETI se indagan patrones en forma predeterminada, mientras que los hallazgos ovnis ocurren en forma inesperada o por accidente. 

“Hay una vasta diferencia entre los supuestos hechos por las dos actividades, y son fundamentalmente distintas”, expresó.

Luego preguntó: “¿Se encontrará la primera evidencia convincente de inteligencia extraterrestre en la atmósfera de nuestro planeta o en los cientos de miles de sistemas estelares que salpican los confines más cercanos de nuestra galaxia?”. Y la respuesta hasta ahora: “Aún no lo sabemos. Pero si el informe gubernamental pendiente indica que existe la posibilidad de que al menos algunas FANI puedan ser, de hecho, de origen extraterrestre, entonces quizás se haga un esfuerzo para continuar su estudio utilizando los preceptos de experimentos científicos bien diseñados”.

El Pentágono, de hecho, ha solicitado más recursos para continuar tales investigaciones. 

Y podría haber apoyo ciudadano al respecto. Según un sondeo del Pew Research Center sobre percepciones acerca de la vida extraterrestre conocido esta misma semana, el 65% de los adultos en Estados Unidos cree que existe vida inteligente en otro planeta. Y el 51% considera con certeza o probablemente que la evidencia para sostener aquello son los reportes de ovnis en la Tierra. ¿Y son tales ovnis un asunto de seguridad nacional? El 51% cree que no, pero el 36% las califica como “amenaza menor” y el 11% como “gran amenaza”.