¿Es peligroso despertar a un sonámbulo?
Pese a la creencia popular, si despertamos a una persona que camina dormida no le produciremos ningún daño más que el susto. ¿Pero se puede evitar caer en el sonambulismo?
Muchos son los mitos en torno a los sonámbulos, como que no hay que hablarles porque podrían enojarse o poner en riesgo su vida, y probablemente el más comentado: que despertar a una persona en ese estado podría generarle algún daño a la salud.
Nuestro Perro de Caza, de WatchDog PAUTA, quiso arriesgarse y agudizó sus sentidos nocturnos para resolver este misterio.
¿Qué es el sonambulismo?
El sonambulismo está categorizado como una parasomnia, es decir, un trastorno del sueño que implica movimientos anormales mientras se está dormido. Se produce temprano por la noche, una o dos horas después de dormirse, y genera acciones como caminar, sentarse en la cama, levantarse, hablar y algunas más peligrosas, como abrir ventanas o bajar escaleras.
“Hay distintos tipos de actos que se hacen sonámbulos y no hay recuerdo del episodio. No tiene una connotación de miedo como los terrores nocturnos, sino que la persona hace cosas mientras está dormida”, explica Evelyn Benavides, neuróloga y encargada del programa de Medicina del Sueño de la Clínica Universidad de los Andes.
¿En qué fase del sueño se desarrolla el sonambulismo? El ciclo del sueño se divide en cuatro etapas: N1, N2, N3 y REM. Según Paula Contreras, neuróloga especialista en trastornos del sueño Red Clínica Universidad de Chile y Clínica Somno, este trastorno se presenta durante la tercera (N3) en la que ocurre la “recuperación física y síntesis de hormonas, enzimas, neurotransmisores, todo lo que tenga que ver con el reacondicionamiento del cuerpo”.
Si bien el sonambulismo es menos común en adultos, puede presentarse en personas que tenían antecedentes en la infancia y que, por algún motivo, principalmente falta de sueño, lo experimentan de nuevo. Además, existe una asociación genética o hereditaria detrás de este trastorno. Esto quiere decir que dentro de una misma familia donde hay un sonámbulo, se puede esperar que existan más miembros afectados.
¿Es peligroso despertar a un sonámbulo?
La idea de que al despertar a un sonámbulo podría quedar con un daño permanente o irreversible no es real. Carolina Aguirre, directora del Centro del Sueño de la Red de Salud UC Christus, explica que las personas sonámbulas, al estar en una fase de sueño profundo, tienen un despertar muy súbito, por lo que “podrían potencialmente tener una actitud equívoca, estar un poco desorientados y responder de forma violenta, pero no es peligroso como tal”.
Por lo tanto, no existe ningún riesgo de que se produzca algún accidente a nivel cerebral ni cardiovascular. Sin embargo, los sonámbulos sí podrían lastimarse en caso de seguir realizando actividades con los ojos cerrados, ya que -al moverse solo guiados por la memoria que tienen de los espacios- pueden tropezarse, caerse o, incluso, salir a la calle en este estado.
“Sí se puede despertar a un sonámbulo. En general, es más que nada un mito eso de que no se puede hacer o que va a pasar algo muy grave. Pero lo que sí es importante considerar, es lo difícil que es despertar a un sonámbulo. Por lo tanto, una de las cosas que se recomienda es tratar de guiar suavemente a la persona a la cama”, explica la neuróloga Paula Contreras.
Los sonámbulos no recuerdan ni reconocen el incidente a la mañana siguiente, ya que la condición -aparentemente activa, lo que se denomina como estado de vigilia- no implica conciencia de lo que está pasando. Por eso, aunque pueden generar algún grado de resistencia al despertarlos repentinamente, es raro que agredan a alguien. Simplemente, hay que hacerlo con cuidado para disminuir la sorpresa que puede llevarse la persona al enterarse que ya no se encuentra en su cama.
¿Se puede evitar el sonambulismo?
Si bien no es posible evitar por completo este trastorno, hay factores que podrían ayudar a disminuir los episodios. Según Aguirre, la causa más común de sonambulismo es la privación de sueño, aunque también hay otros como el estrés (por ejemplo, en periodos de mayor carga laboral) o aquellos pacientes que consumen determinadas pastillas para dormir que potencialmente pueden desarrollar este trastorno.
“Bajar los niveles de ansiedad tanto en niños como en adultos. También es importante tratar que la temperatura de la habitación esté más o menos regulada, que no haya un exceso de calor, porque ese también es un factor gatillante”, sugiere Contreras.
Además, los expertos recomiendan seguir algunos pasos para dormir bien, lo cual contribuye a evitar todo tipo de trastornos:
- Mantener horarios para dormir y levantarse.
- Evitar las siestas.
- Disminuir la actividad antes de dormir.
- No usar pantallas antes de acostarse.
- No comer en abundancia ni tomar café en la noche.
- Evitar el consumo de alcohol y tabaco.
- Mantener una temperatura agradable en la habitación.
- Mantenerse activo durante el día.
¿Cuándo contactar a un experto?
Aunque el sonambulismo es inocuo, hay que preocuparse si aparece en la adultez sin haber tenido episodios de sonambulismo en la infancia o si se ha vuelto algo tan frecuente que perturba la vida diaria del paciente. En el caso de los adultos, Aguirre asegura que es importante consultar con un especialista porque este trastorno puede estar asociado a otros de tipo respiratorio (apnea) o del movimiento (síndrome de piernas inquietas).
No obstante, esta no es la única alteración del sueño a la que hay que prestar atención. “Cuando un adulto lleva más de un mes, más de tres noches por semana, durmiendo mal, hay que consultar. Sobre todo si tiene repercusiones diurnas, como andar con sueño, sentirse cansado o cuando está teniendo problemas de memoria”, explica Benavides, quien además advierte que no hay que automedicarse.
WatchDog PAUTA es un proyecto de fact-checking conjunto entre la Facultad de Comunicación de la Universidad de los Andes y PAUTA. Busca tomar temas en la agenda y rastrear su veracidad desde una perspectiva positiva, no inquisitoria.
La sección Perro de Caza aborda mitos generalizados que se comentan de boca en boca.