La crisis de los arriendos en Berlín impacta en un referéndum que apoya la expropiación
Más de la mitad de los votantes apoya la iniciativa para expropiar más de 240.000 viviendas de grandes empresas inmobiliarias.
“Mieten Stopp” es la frase que ha encabezado decenas de manifestaciones los últimos meses en Berlín. Este lema de campaña que se traduciría por un “paren de arrendar” recoge el reclamo extendido entre miles de alemanes hoy en su capital.
Lejos queda la famosa frase del alcalde saliente Klaus Wowereit que hace 10 años describió Berlín como “pobre pero sexy”. Este dicho hacía referencia a la gran oferta cultural, artística y a los bajos precios de los alquileres que atraía a jóvenes de todas partes del mundo hacia la considerada capital de Europa.
No, ya no es el caso. No al menos en relación con el arriendo de la vivienda.
Referéndum de expropiación de viviendas
Este domingo los berlineses estuvieron de votaciones, ya que además de las elecciones generales y de gobierno local, manifestaron su visión sobre una controvertida iniciativa: un referéndum buscaba decidir si apoyan la expropiación de las grandes inmobiliarias que afectaría a más de 240.000 viviendas.
El 56,4% de los votantes se pronunció a favor de la iniciativa, que propone que una nueva empresa de vivienda pública gestione estos alquileres. La medida afectaría a las grandes inmobiliarias que posean más de 3.000 unidades en la capital y que ya han manifestado su rechazo al resultado.
Por ejemplo, el director general de Vonovia –el mayor grupo inmobiliario alemán-, Rolf Buch, advirtió que las expropiaciones no resuelven los numerosos problemas del mercado inmobiliario de Berlín. Agregó que se avecinan años de bloqueo tras el resultado y que la clave sería que los políticos elaboraran soluciones más constructivas.
Las empresas serían compensadas económicamente por un valor aproximado de 13.700 millones de euros, según la propuesta.
El referéndum no es jurídicamente vinculante. Sí obliga a las autoridades a tratar uno de los asuntos que más preocupa a la población y que permita frenar el aumento descontrolado de los alquileres.
Causas de la subida de precios
El país es el segundo en Europa -solo por detrás de Suiza- donde más gente vive en una vivienda arrendada. En la capital, el 85% no son propietarios del lugar donde viven. Este fenómeno explica que para cada apartamento que se queda libre en la ciudad hay más de 200 interesados, en promedio.
Hoy el precio de los departamentos en Berlín es un 90% superior a los niveles de 2009. y los alquileres han aumentado alrededor del 50%, según un informe reciente de Deutsche Bank sobre el mercado inmobiliario. Estos precios ha hecho que los alemanes de rentas medias y bajas no se puedan permitir vivir en los distritos céntricos.
La ciudad ha sido sacudida en los últimos años por problemas como la especulación financiera. Cientos de empresas comenzaron a comprar espacios para instalar sus sedes. De hecho, en 2019 el gobierno de coalición ya aprobó topes al precio de los alquileres y su congelamiento durante cinco años, pero no dieron los resultados esperados.
Por ese motivo surge la idea de la expropiación, a pesar de que la mayoría de los líderes políticos berlineses se han manifestado contrarios a la propuesta. Así, la recién escogida alcaldesa de Berlín, la socialdemócrata Franziska Giffey, aseguró que respetará el resultado favorable, pero advirtió que no cree que sea el camino correcto para solucionar la cuestión de la vivienda asequible.