¿Abrigarse para hacer deporte sirve para bajar más de peso?

No, eso es un mito. Y de hecho puede ser contraproducente para nuestra salud. ¿Por qué? Nuestro Perro de Caza encontró la razón.

Llegó la primavera y con ella las temperaturas agradables que invitan a realizar más ejercicio. Preparándose para el verano, muchos se preguntan cuáles son las mejores técnicas para mantenerse en forma y circulan varios rumores, entre ellos que al estar abrigados bajamos más de peso.

Nuestro Perro de Caza, de Watchdog PAUTA, salió a correr para investigar si acaso tener mucha ropa al hacer deportre para transpirar más, nos ayuda a reducir nuestro peso y qué hay que tener en cuenta al respecto.

¿Se puede bajar de peso transpirando más?

Si bien realizar ejercicio permite quemar calorías, salir con más capas de ropa para aumentar la sudoración con el objetivo de perder peso es un mito. “Cuando una persona transpira mucho, igual baja de peso, pero es un porcentaje de agua que ha perdido y que, si se hidrata, lo va a recuperar inmediatamente”, explica Eliana Reyes, nutrióloga y directora de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de los Andes.

Esto quiere decir que la pérdida de líquido por medio de la transpiración es más bien una baja de peso transitoria, debido a que la función de la sudoración está relacionada con procesos de termorregulación, es decir, los que buscan mantener la temperatura corporal -que normalmente debería estar alrededor de los 36° C o 36, 5 °C-  para que todos los sistemas del organismo puedan funcionar adecuadamente.

Al transpirar no solo se pierde agua, sino que también hay un pequeño porcentaje de electrólitos y minerales: sodio, potasio, cloro, magnesio, entre otros. “Es por eso que muchas veces, cuando nosotros estamos sudando y esa gota de sudor nos corre por la cara y llega a nuestra boca, por ejemplo, podemos sentir un sabor salado, porque estamos eliminando esos electrólitos”, ejemplifica Mauricio Ríos, nutricionista y jefe de programa del Diplomado en Nutrición y Alimentación para el Rendimiento Deportivo y Salud UC. Además, su falta puede traducirse en sensación de fatiga, calambres, debilidad y desorientación.

El aumento progresivo de la temperatura en estos meses obliga a elegir bien las horas en que se realizará la actividad deportiva. Se deben evitar los periodos de altas temperaturas porque el riesgo de deshidratación aumenta. De ahí viene también la importancia de restituir los líquidos perdidos por medio de una buena hidratación. En este sentido, se aconseja ingerir el 150% de lo perdido a causa de la sudoración, ya sea por medio de agua o bebidas rehidratantes e isotónicas. En el caso de estas últimas, los expertos sugieren su consumo solo cuando la actividad física es intensa y prolongada. 

“Los electrólitos tienen funciones internas importantes en el organismo: ayudan a la conducción nerviosa, a la misma contractura muscular. Entonces, con una sudoración exagerada tú puedes perder aparte de agua, vitaminas y minerales”, explica Reyes.

Sin embargo, no es necesario reponer estos líquidos de forma inmediata, sino que dentro de seis horas tras el ejercicio. Si se ingiere demasiado rápido, es menor el periodo que tiene el agua para llegar a nivel celular, por lo que pasará a través de nuestro sistema digestivo y se eliminará a través de la orina antes de tiempo. 

En cuanto a la ingesta diaria ideal, no es tan simple como suele creerse. Los dos litros ampliamente recomendados pueden no ser suficientes para todas las personas. “Los esquemas de hidratación deberían estar enfocados por kilo de peso, es decir, deberían ser individualizados, ya sea para hombre o para mujer, y aportar cierta cantidad de mililitros por kilo de peso”, explica Natalia de La Horra, nutricionista deportiva de Clínica MEDS. 

¿Cómo saber que me falta hidratarme?

Existen principalmente dos formas de saber si el cuerpo requiere de agua luego de una actividad física. En el caso de los jóvenes, la sed funciona como reguladora de cuánto líquido se necesita reponer. Sin embargo, en el caso de la gente de mayor edad, no sucede lo mismo, ya que van perdiendo el reflejo de la sed. Es por eso que a este grupo, los especialistas les recomiendan hidratarse de forma programada. 

En segundo lugar, se puede evidenciar en la orina. “Cuando una persona hace mucho ejercicio, elimina mucho sudor y está orinando poco, es porque le falta agua a ese cuerpo. Pero también otro indicio es el color mucho más concentrado entre amarillo oscuro y naranjo de la orina”, agrega Reyes.

Es importante estar atento de estas señales a la hora de hacer deporte, sobre todo cuando se trata de una rutina muy extenuante, para reponer los líquidos y electrolitos perdidos, no apuntando a bajar de peso por medio de la pérdida de agua. 

Entonces, ¿qué se requiere para bajar de peso de manera sostenida?

Una de las variables principales que pueden influir en una pérdida de peso, es el déficit calórico. En este caso, es fundamental la asesoría de un profesional, “de tal forma que esta reducción de calorías no afecte necesariamente a la distribución completa de tus nutrientes, porque hay micronutrientes que son fundamentales, como las vitaminas y los minerales, que a veces por estas restricciones calóricas se ven comprometidos”, advierte Ríos.

Otro factor que influye directamente es aumentar el gasto energético mediante la realización de algún deporte, entre tres a cuatro veces a la semana. “No se saca nada con hacer ejercicio intensamente un mes todos los días y después dejarlo. Para mantener un peso adecuado el ideal es tener periódicamente actividad física en forma sostenida”, concluye Reyes.

WatchDog PAUTA es un proyecto de fact-checking conjunto entre la Facultad de Comunicación de la Universidad de los Andes y PAUTA. Busca tomar temas en la agenda y rastrear su veracidad desde una perspectiva positiva, no inquisitoria.

La sección Perro de Caza aborda mitos generalizados que se comentan de boca en boca.