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Tensión por el Brexit en Irlanda: la respuesta de la UE choca con las pretensiones británicas

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POR Lucía Alegrete |

El gobierno de Boris Johnson quiere renegociar ciertas condiciones con Bruselas. Pero todo tiene un impacto irlandés.

Las relaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido están pendientes de un hilo. El motivo es la insistencia de las autoridades británicas de renegociar las condiciones del Protocolo de Irlanda del Norte en el contexto del Brexit.

En este acuerdo se determinó que Irlanda del Norte siguiera vinculada al mercado de la Unión Europea. El problema es que todas las mercancías que cruzan esta región y el resto del Reino Unido deben pasar controles aduaneros en los puertos de la región. Debido a esa situación especial, además, esa relación queda sujeta al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

De hecho, el primer ministro británico, Boris Johnson, ha reiterado en diversas ocasiones que este protocolo se acordó apresuradamente y que ya no funcionaba para el pueblo norirlandés, por lo que debía ser modificado.

Irlanda del Norte -que se ubica en la isla de Irlanda al norte de la República de Irlanda- es una de las cuatro naciones que integran el Reino Unido; las otras son Inglaterra, Escocia y Gales.

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La respuesta de la Unión Europea

Durante la semana, el secretario de Estado británico para el Brexit, David Frost, ya había advertido que podrían renunciar unilateralmente a algunos de los términos de su acuerdo si el bloque no cedía ante el tema de Irlanda. La Unión Europea tenía en sus manos una respuesta a las demandas de Londres presentadas en julio.

Por el momento, la UE ha propuesto un paquete de medidas para facilitar el tránsito de mercancías a Irlanda del Norte. Pero ya ha advertido que estas no incluyen la amplia revisión de los acuerdos comerciales que Reino Unido espera.

El objetivo principal de estas propuestas es facilitar los controles aduaneros entre ambas regiones. Así, los supermercados de Irlanda del Norte podrán obtener productos procedentes de Reino Unido que están prohibidos en la UE.

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El conflicto de las dos Irlandas

La propuesta de Boris Johnson de renegociación del Brexit consiste en que los bienes británicos puedan circular sin problema por todo Reino Unido; es decir, que no haya controles aduaneros comunitarios en Irlanda del Norte. 

Bruselas considera, sin embargo, que sí debe ejercer sus controles aduaneros. Si no lo hiciera, entonces tendría que volverse a un esquema de frontera “dura” entre Irlanda del Norte (Reino Unido) y la República de Irlanda (miembro de la Unión Europea). Y ello generaría un grave problema: la ruptura de los Acuerdos de Paz de Viernes Santo (1998), establecidos tras el conocido como conflicto norirlandés. Este tratado acabó con tres décadas de violencia en la zona y logró una paz que se mantiene hasta hoy.

Revise el análisis de John Müller sobre este conflicto

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