¿Es Chile el país que más consume pan?
En la región sí, pero en el mundo estamos en el podio. ¿Por qué consumimos tanto este alimento? ¿Y cuáles son las nuevas tendencias que prefieren los chilenos?
Pan al desayuno, pan para acompañar el almuerzo, pan para tomar el té. En Chile somos buenos para el pan, quizá los mejores del mundo. Por eso, nuestro Perro de Caza, de Watchdog PAUTA, olfateó el pan recién salido del horno para salir a buscar si es verdad que nuestro país es el que más come pan en el mundo y qué otros datos de interés existen en torno a este apetitoso alimento.
¿Lideramos en el consumo de pan?
Según datos de la Federación Chilena de Industriales Panaderos (Fechipan), el promedio del consumo de pan en el país, está entre 88 a 90 kilos per cápita. Juan Mendiburu, presidente de la Asociación Gremial de Industriales del Pan de Santiago (Indupan), comenta que “solo somos superados por Turquía y Alemania. Mientras que Sudamérica, somos lejos los que más consumimos”.
Argentina, Perú y Bolivia, tienen un consumo aproximado de 30 kilos per cápita, es decir, tres veces menos que nosotros. Para realizar estos cálculos, se toma en cuenta la presentación que cada país realiza en el congreso de la Unión Internacional de Panaderos y Pasteleros, UIBC (por sus siglas en inglés).
Este año Elige Vivir Sano, presentó un estudio llamado “Radiografía de la Alimentación en Chile“ que revela que en un hogar promedio, compuesto por 3,3 personas, se compran mensualmente 17,5 kilos de pan, equivalente a 5,3 kilos mensuales por persona, convirtiéndose en la segunda categoría de alimentos de mayor consumo.
“Creo que es algo histórico, el pan se consume en Chile desde la primera conquista de Santiago con Pedro de Valdivia, que llegan unas limeñas y empiezan a hacer tortillas de rescoldo”, dice Marcelo Gálvez, presidente de Fechipan.
Luego, el clima sería el encargado de ratificar este consumo. El trigo se dio fácilmente en Chile, lo que hizo que formara parte esencial de la dieta nacional: era fácil sembrar, moler y hacer pan. Sin embargo, la influencia de otras culturas que llegaron al país permitió desarrollar la gran variedad que podemos encontrar ahora en amasanderías.
¿Cuál es el pan favorito de los chilenos?
Cada panadería tendrá su especialidad, pero la marraqueta es la indiscutible número uno, seguida por la hallulla. “La marraqueta es la que más se consume, con casi el 75%, luego con un 20% está la hallulla y el 5%, en pan especial”, afirma Marcelo Alonso, presidente de Chilepan.
De acuerdo con la VIII Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) realizada por el INE (2019), un 91,5% de los hogares compra pan corriente a granel -tal como las hallullas, marraquetas, pan francés-, un 35,7% consume pan especial (pan pita, frica y baguette) y un 26,2% elige pan envasado.
En cuarentena, los expertos comentan que la compra del pan envasado aumentó porque podía durar entre dos y tres días y así las personas evitaban la ida a la panadería o al supermercado. Sin embargo, con el paso de los meses se normalizó el comportamiento.
Lo que sí aumentó fueron los negocios de pan de masa madre, especialmente desde los hogares. “Mucha gente perdió trabajo y esta fue una de las alternativas que se consolidó en esa época. No sé si se modificó la industria, pero es un fenómeno que se da porque la gente ha viajado más y ha tenido otros gustos”, indica Gálvez.
La panadería Batard de Matías Gattas y Magdalena Torres, comenzó a hacer pan en la casa de los abuelos de ella. Su producción incluye una variedad de pan de masa madre y brioche, además de masas dulces con diversos rellenos. El que más se vende, dicen, es el pan de masa madre integral con semillas. Ahora, están instalados en una panadería en Avenida Ossa 1682, Ñuñoa.
Francisca Roldán y sus dos hermanas, Claudia y Andrea, partieron hace seis años haciendo pan en el departamento de una de ellas y abrieron la panadería El Pan de Cada Día en Vitacura. Hoy tienen otra sucursal en La Dehesa y envío por Cornershop. Su producto estrella, dicen, también es el pan de masa madre en todas sus versiones.
Pero, hay público que se aferra a la masa clásica. La panadería Selvaggio, ubicada en Huérfanos 2744, de Beatrice di Girolamo, ofrece panes clásicos -integral, aceituna, baguette, batard y de campo- y especiales -chocolate, nuez, tomate, brioche y centeno semillas-. “La variedad de panes y pizzas atrae a los clientes sobre todo cuando hemos lanzado nuevos productos”, menciona.
¿El pan engorda? ¿Cuánto comer al día?
“No es que engorde, es la cantidad y la calidad de pan que la gente está comiendo, porque si yo como marraqueta o cualquier tipo de pan batido, es solamente harina y agua, mientras que si yo como panes de preparación más grasa, como la dobladita o la hallulla, la mitad de los ingredientes son manteca”, explica Karina Valenzuela, nutricionista clínica especialista en obesidad del Hospital del Trabajador de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS).
En este sentido, son dos los factores que afectan el aporte calórico del pan: la calidad y la cantidad. La nutricionista recomienda comer panes batidos, como marraqueta, baguette, ciabatta, molde o masa madre. Además, esto debe hacerse en moderación siguiendo las porciones recomendadas para cada tipo de pan.
En el caso de la marraqueta, al ser un pan sin aporte de grasas, la porción recomendada es de media marraqueta. Es decir, sólo uno de los cuatro dientes o trozos que suelen ir unidos. Esta porción posee 140 calorías y 30 gramos de carbohidratos. En el caso de la hallulla, la porción recomendada también es la mitad, puesto que en promedio una completa posee alrededor de 250 calorías.
“Mi consejo es que la porción sea una al día, por ejemplo, para el desayuno o una colación, pero la porción debe ser correspondiente a los requerimientos nutricionales de cada persona”, asegura Valenzuela.
Los especialistas aconsejan que es importante siempre preferir agregados proteicos, como huevo, jamón de pavo, hummus, atún, quesillo, queso fresco, pasta de pollo casera sin mayonesa o cualquier trozo de carne bajo en grasa. “Más ayuda todavía si mi carbohidrato es integral y le agrego proteína. Por ejemplo, si me como un pan de molde integral y le agrego huevo, ahí tendría una curva de glicemia súper controlada o, al menos, evitaría un peak“, puntualiza Valenzuela.
WatchDog PAUTA es un proyecto de fact-checking conjunto entre la Facultad de Comunicación de la Universidad de los Andes y PAUTA. Busca tomar temas en la agenda y rastrear su veracidad desde una perspectiva positiva, no inquisitoria.
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