¿Las bebidas isotónicas hidratan más que el agua?
En condiciones determinadas pueden ser mejor que el agua, pero los expertos señalan que la población hace mal uso de estos productos y en niños no es recomendable.
A pocos días de la llegada del verano, son varios los que para mantenerse en forma hacen ejercicio. Con las altas temperaturas, la hidratación en el deporte es aún más relevante y las bebidas isotónicas podrían parecer una mejor opción que tomar agua. Por eso, nuestro Perro de Caza, de Watchdog PAUTA, investigó qué tiene de cierto esto y cuáles son las recomendaciones de los especialistas.
¿De qué están compuestas las bebidas isotónicas?
La función principal de las bebidas isotónicas es rehidratar y reponer la energía que se pierde en actividades físicas intensas. Esto es posible gracias a los distintos compuestos que tienen, como son el agua, los hidratos de carbono, los minerales que se pierden por medio del sudor -potasio, sodio, cloro y magnesio-, además de los electrolitos.
Por lo mismo, las bebidas isotónicas, “están diseñadas para la hidratación del deportista, no para personas que no hacen deportes”, asegura Eliana Reyes, nutrióloga y directora de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de los Andes.
Tal como establece la legislación en Chile, las bebidas isotónicas forman parte del reglamento sanitario de los alimentos específicamente indicados para deportistas, los que se definen como “aquellos productos alimentarios formulados para satisfacer requerimientos de individuos sanos, en especial de aquellos que realicen ejercicios físicos pesados y prolongados”.
Por las grandes cantidades de azúcares y minerales que aportan al organismo, es que su consumo debe ser en el contexto de la realización de ejercicios y previamente recomendado por un especialista. “Si hay alguna alteración de los triglicéridos o el azúcar en sangre, tratamos que las bebidas isotónicas repongan sólo los electrolitos y por lo mismo, no se utilizan las que tengan hidratos de carbono”, señala Gonzalo Rozas, nutricionista de Alemana Sport.
Reyes agrega que la población hace un mal uso de estos líquidos porque los considera refrescos, sin embargo, su consumo desmedido puede provocar efectos adversos, como por ejemplo el daño al esmalte dental, sobrepeso, obesidad o enfermedades cardiovasculares.
Las consecuencias son principalmente preocupantes en el caso de los niños, cuando estas no tienen fines deportivos. De acuerdo a un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (ODECU), “si un niño de 6 años toma una bebida isotónica como Gatorade de 750 ml, está consumiendo solo en esa bebida 50 gramos de azúcar lo que es prácticamente 1/3 de sus requerimientos diarios de hidratos de carbono (azúcar)”.
¿Hidratan más que el agua?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que cuando se realiza actividad física, la temperatura corporal aumenta y como método de regulación se produce la sudoración, para lograr que el cuerpo vuelva a los estándares normales de funcionamiento.
En un contexto de deporte intenso, las bebidas isotónicas sí van a hidratar más que el agua. Sin embargo, para Giselle Muñoz, nutricionista de la Clínica Las Condes, es importante “recomendar su ingesta en las personas adecuadas, porque va a depender del nivel de actividad física, la edad, si tiene alguna patología asociada, su estado nutricional, entre otros factores”.
En esa misma línea, Reyes señala que en la sudoración de los deportistas se pierde agua y electrolitos, por lo tanto, si la reposición o rehidratación es solo con agua “puede producir una ‘dilución’ con una baja del sodio en la sangre (hiponatremia)”, lo que a su vez es posible que ocasione graves consecuencias para la salud y el rendimiento del deportista, pudiendo llevar hasta la muerte en casos muy severos.
Por lo tanto, estas bebidas deben ser utilizadas en circunstancias en que el ejercicio supera la hora de duración o en condiciones climáticas en las hay mucho calor o humedad, las que producen una mayor eliminación de fluidos por medio de la transpiración.
En un entrenamiento extenuante “una persona puede perder 1,5 o más litros de agua corporal y más del 2% de pérdida puede generar importantes problemas a la salud. Por lo cual, la recomendación es hidratarse correctamente antes, durante y después del entrenamiento”, afirma Muñoz.
Para saber si el cuerpo necesita hidratación tras la actividad física, uno de los indicios más comunes es la sed, pero también la disminución y color de la orina. Reyes menciona que previo al deporte es importante tomar agua, pero que durante el ejercicio, se recomienda consumir bebidas isotónicas para mantenerse hidratados y “después del ejercicio, para conseguir una reposición adecuada de los fluidos y electrolitos perdidos durante la actividad física”.
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