¿Es cierto que las segundas partes de las películas nunca son tan buenas como las primeras?

Dentro de los factores que se consideran para evaluar las películas está el análisis del lenguaje cinematográfico, el marketing y las expectativas que genera en los espectadores.

Más de 30 años tuvieron que pasar para ver en las carteleras una segunda parte de Top Gun. La cinta recaudó durante su primer fin de semana US $248 millones a nivel global, superando las expectativas y convirtiéndose en un éxito de taquilla. Con este estreno nuestro Perro de Caza, de Watchdog PAUTA, volvió a escuchar esa popular frase que dice que las segundas partes nunca son tan buenas como las primeras y por eso, decidió investigar qué podría tener de cierta esta afirmación.

¿Cómo les ha ido a las segundas partes?

Para analizar el supuesto éxito de las primeras partes por sobre las segundas, nuestro Perro de Caza esta vez elaboró junto a expertos en cine un listado con películas imprescindibles a tener en cuenta.

Para realizar la comparación, se consideró el presupuesto y la recaudación en dólares que tuvo la película, la evaluación de la crítica, basada en el porcentaje de valoraciones positivas que recibió por parte de críticos profesionales aprobados por la página Rotten Tomatoes, además de evaluación de los usuarios registrados en IMDb, quienes califican cada cinta con un puntaje de 1 a 10.

De acuerdo a estos elementos, no se puede establecer una relación distinta entre las primeras y segundas partes, pero sí en algunos casos las secuelas seleccionadas obtuvieron una valoración, de parte de los espectadores, más baja en comparación a las primeras.

Ana Josefa Silva, periodista y crítica de cine, afirma que “no se ha hecho realmente un estudio, por lo tanto, en términos estadísticos no se puede decir que en realidad las segundas partes no son tan buenas”.

Sebastián González,  doctor en Estudios Cinematográficos y académico de la Facultad de Comunicación de la Universidad de los Andes, explica que es importante tener en cuenta las expectativas que tienen las personas luego de una primera parte que les gustó mucho. “Esto puede provocar que en términos de taquilla, las secuelas sean mucho más exitosas, pero no necesariamente mejor logradas, sobre todo si hay factores como la nostalgia y el paso del tiempo involucrados”.

Agrega que es relevante considerar en qué contexto aparecen las secuelas, porque no es lo mismo una que se estrena  a dos o cinco años de la primera parte, a una segunda película hecha 20 o 30 años después, como es el caso de Blade Runner, Mad Max y actualmente Top Gun. “La sociedad cambia y hay que ver si la interpretación de esos personajes y sus historias cambiaron y se adaptan a los nuevos tiempos”, añade.

En tanto, Roberto Doveris, académico del Icei de U. de Chile y cineasta, considera que “el prejuicio tiene un fundamento, porque es verdad que muchas veces vamos al cine no solo a ver secuelas sino a ver reboots y de alguna manera efectivamente son pésimas”.

El cineasta señala que el contexto cinematográfico actual está marcado por rehacer lo anterior, por ejemplo, menciona lo  que ocurre con el estreno de Top Gun: Maverick, que “se basa en esta idea de hacer revivir algo que alguna vez funcionó”.

En cuanto a la recaudación, Doveris afirma que este es el elemento principal para realizar una secuela de una cinta. “Lo que motiva a los productores a hacer una segunda parte es el éxito comercial de la primera y en ese sentido hay un intento de repetir la forma, que de alguna manera le quita novedad a la segunda parte”.

Carlos Hansen, presidente y CEO de BF Distribution, añade que algo importante a considerar es que hoy día “el universo se amplió, entonces de una película no necesariamente hay que hacer la segunda parte, sino que también se puede hacer una una precuela”.

¿Qué elementos hay que considerar para evaluar una película?

Los elementos para evaluar una película son diversos y depende de quien realice el análisis. González explica que la valoración de una película con el objetivo de establecer si fue mejor que la primera es compleja, porque algunos críticos se centran en aspectos comerciales y otros en algunos más narrativos o estéticos. “En ese sentido creo que hay que tratar de no juzgar las películas de cuál es mejor o peor, sino que ver cuál nos gusta más o menos, yo creo que ese es el fondo”, asegura González.

Hansen menciona que al menos son tres los elementos que se podrían tener en cuenta, entre los que están la campaña de marketing, la inversión y la fecha de programación. “Si tu tienes una buena película con una buena campaña de marketing, pero eliges una mala fecha de lanzamiento, no va a funcionar”, asegura.

Silva explica que si se quiere medir si una película fue una buena producción también se debería considerar el análisis del lenguaje cinematográfico que realizan los críticos. Esto hace referencia a cómo se organizan las imágenes en movimiento, el uso de la música, el diseño de la producción, movimiento de la cámara y el montaje, es decir, “todos aquellos elementos que están dentro de la pantalla tanto en el universo diegético como no diegético”, explica. 

Por otro lado, también es importante revisar de qué manera cumple con las promesas que hizo a los espectadores. En el caso de la película Top Gun: Maverick, esta ha generado altas expectativas en la población mundial, ya que los seguidores de la historia tuvieron que esperar más de 30 años para ver una segunda parte.

“En términos comerciales genera mucho interés por la nostalgia, es algo que Hollywood sabe trabajar muy bien y es el retorno de estos personajes que en algún momento nos encantaron”, comenta González.

Silva señala que esta ha sido una manera inteligente de abordar una secuela luego de tanto tiempo y agrega que la premisa está bien instalada para entender por qué tantos años después nos encontramos nuevamente con el personaje. Agrega que a los espectadores les gusta lo conocido y que por eso es posible hacer una segunda parte o secuela, por ejemplo, el universo Marvel,  “salvo que tú lo hagas muy mal, te vas a la segura porque tienes un público expectante”.

WatchDog PAUTA es un proyecto de fact-checking conjunto entre la Facultad de Comunicación de la Universidad de los Andes y PAUTA. Busca tomar temas en la agenda y rastrear su veracidad desde una perspectiva positiva, no inquisitoria.

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