¿Ha subido el consumo de alcohol y drogas en los jóvenes en el último tiempo?
Si bien las cifras muestran leves reducciones, sigue siendo preocupante el nivel de consumo y la disminución de la percepción de riesgo. El modelo de prevención islandés es un muy buen ejemplo a imitar.
La realidad del consumo de alcohol y drogas en Chile se puede sintetizar de la siguiente manera: se ha reducido en los últimos años, pero sigue en niveles altamente preocupantes.
Las cifras son reveladoras. De acuerdo con el reporte más reciente del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), el 50,2% de la población se ha embriagado en el último mes. Esto significa cinco tragos de alcohol para un hombre y cuatro para las mujeres en al menos una ocasión. Lo positivo es que en 2018 esta cifra llegaba al 56,3%.
En la marihuana pasa algo muy parecido. La prevalencia -o porcentaje de personas respecto del total de una muestra- de consumo llega hoy al 11,4%. Una cifra mejor que el récord de 2016 (14,5%), pero muy por sobre los niveles de los años 90 (con un peak de 4,8%) y de los 2000 (con un peak de 7,2%).
¿Qué ha pasado con el consumo de estas sustancias nocivas, especialmente en los jóvenes chilenos? Nuestro Perro de Caza, de Watchdog PAUTA, salió a investigar cómo ha evolucionado la ingesta en este segmento etario y qué factores hay detrás de los resultados.
En los jóvenes y adolescentes las cifras de descenso son consistentes con los de la población general. La prevalencia del consumo de alcohol en el último mes llega al 29,8%, frente al 31,1% de 2017 o al peak de 43,3% de 2005.
Sin embargo, esta mejora estadística esconde una realidad muy negativa: un tercio de los jóvenes entre octavo y cuarto medio toma alcohol. Los médicos son enfáticos en sostener que a esta edad no se debe ingerir alcohol. Ni las bebidas con menores graduaciones, como la cerveza, ni menos los destilados.
El siquiatra y exdirector del Senda, Mariano Montenegro, comenta que la probabilidad de ser un consumidor de alcohol problemático se multiplica por tres o cuatro veces cuando se comienza con el consumo antes de los 24 años, edad donde recién se logra una madurez en el cerebro. “Este grupo debería consumir cero alcohol, como en el caso de las embarazadas o los que conducen vehículos motorizados“, asegura.
El académico de la Universidad de Chile y especialista en adicciones, Carlos Ibáñez, agrega que según la última estadística disponible más del 10% de las muertes en Chile son atribuibles al alcohol. Esto significa que unas 36 personas mueren al día por causas vinculadas a su ingesta y que el costo es de aproximadamente $1,5 millones de millones (cerca de US$ 1.600 millones) en gastos asociados de todo tipo.
Desde el Senda advierten que un fenómeno emergente que se observa en su estudio de 2019 -el tercero consecutivo que realizaron- es que el consumo de las mujeres en edad escolar es mayor al de los hombres (32,5% versus 27,2%). A fines de este año se publicarán los nuevos resultados, que servirán para observar si se mantiene o se quiebra esta tendencia.
Marihuana, 10 veces más fuerte
En el caso de la marihuana, la prevalencia entre la población escolar es de 11,4%, una cifra que ha caído ininterrumpidamente -aunque marginalmente- desde 2016, cuando llegó al 14,5%.
Sin embargo, detrás de estas cifras algo positivas, hay algunas problemáticas más profundas o de fondo. El abogado y exdirector del Senda, Carlos Charme, destaca la reducción en la percepción de riesgo que se tiene de esta droga en la población. Esto significa que ya no se ve como tan dañino su consumo.
Además, agrega las mayores opciones de compra, advirtiendo que las aplicaciones móviles de citas son un medio a través del cual se accede fácilmente a la compra de este tipo de sustancias ilícitas.
Montenegro complementa con otra dimensión del problema: la mayor potencia adictiva que tiene hoy la marihuana. El experto insiste que su contenido es hoy más fuerte que hace años o décadas. “La marihuana de ahora tiene 10 veces más de concentración“, afirma, y explica que las cifras muestran un incremento de 57% del tetrahidrocannabinol (THC), que es la sustancia psicoactiva.
Los datos globales revelan incrementos en esta línea cuando se analizan lapsos prolongados. El Informe Mundial sobre las Drogas 2021, publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, revela que la presencia de THC casi se duplicó en la marihuana europea entre 2002 y 2009, mientras que en Estados Unidos se cuadruplicó entre 1995-2019.
Esfuerzos en prevención
De acuerdo con todos los expertos consultados, la prevención es un camino que hay que fortalecer y que debe ser foco de una inversión permanente. Un modelo que ha resultado exitoso es el de Islandia, que ya se ha exportado a 30 países, entre ellos a Chile.
Su eje central es la población más joven, y compromete el trabajo conjunto de la comunidad (colegios, familias, autoridades), intentando por todos los medios retrasar la edad de inicio del consumo y crear actividades alternativas que eviten la ingesta de alcohol y drogas (tiempos de ocio, deportes y recreación).
Desde 2018, un grupo de académicos de la Clínica Psiquiátrica de la Universidad de Chile han implementado este proyecto en cuatro sectores de Santiago. Los números levantados recientemente revelan que la curva se ha reducido en las comunas de Colina, Lo Barnechea, Peñalolén y Renca que son las que están siendo intervenidas por esta unidad de la Universidad de Chile.