¿Engorda más la cerveza que otras bebidas alcohólicas?

La respuesta no puede ser categórica, ya que hay que considerar el número de calorías por cada gramo de alcohol -y en esto la cerveza es la que tiene menos, incluso por debajo del vino y el espumante-, pero también los volúmenes de ingesta.

En general, existe una creencia popular de que la cerveza es lo que más engorda entre las bebidas alcohólicas. Y es común que las personas suelan advertir otros sobre su consumo cuando quieren bajar de peso, para no aumentar el volumen del abdomen y, al revés, reducir la coloquialmente llamada “ponchera cervecera”. Por esa razón, nuestro Perro de Caza, de Watchdog Pauta, salió a investigar para despejar definitivamente si la cerveza engorda más que el resto de las bebidas alcohólicas, incluyendo los destilados.

Para responder a esta pregunta, lo primero que es necesario es entender cuáles son los tipos de bebidas alcohólicas que existen. Están las fermentadas, que son las procedentes de frutas o cereales, y que por la acción de levaduras el azúcar que contienen se transforma en alcohol. Las más comunes son el vino, la cerveza y la sidra. Por otro lado, existen las destiladas, que se consiguen eliminando, mediante el calor, una parte del agua contenida en las bebidas fermentadas. Entre las más conocidas se encuentra el pisco, el whisky, el ron, el gin y el vodka.

Pero para ver cuál engorda más, la nutrióloga y directora de Nutrición y Dietética de la Universidad de los Andes, Eliana Reyes, explica que si estas bebidas se clasifican en mililitros (ml), la cerveza tiene menos calorías. “Tiene menos grado alcohólico, y mientras más grado alcohólico tiene un licor, más calorías tiene. Por ejemplo, por cada 100 ml una cerveza tiene 43 kcal, mientras que el vino tinto, 65 kcal”, agrega.

La nutricionista del Centro de Tratamiento de la Obesidad Red de Salud UC Christus, Ximena Martínez, complementa esta idea, explicando que si bien la cerveza tiene menos calorías debido al menor grado alcohólico, se debe considerar también el volumen del consumo. “La cerveza se suele tomar en mayor volumen, una lata tiene 350 ml, y en ese sentido, es más complejo que alguien tome tres vasos de vodka, por ejemplo. Es mucho más fácil consumir más cerveza, y la suma va a generar que se aumenten las calorías en gran medida”, añade.

En general, un gramo de alcohol equivale a siete calorías. Si se quiere llevar a cuántas tiene específicamente cada bebida por cada 100 ml, la cerveza suma entre 43 a 45, el espumante 68, el vino 65, y el pisco sour, la piscola, el vodka y el whisky más de 300.

Además, es necesario también tomar en cuenta la composición y el proceso de elaboración que tiene cada bebida. La cerveza se obtiene a partir de la malta cervecera, que es procedente de la transformación de la cebada y otros cereales. Luego, se le añade lúpulo para conseguir su característico sabor más amargo y posteriormente, levadura. El contenido de alcohol suele fluctuar entre los 4 y 6 grados y el proceso de fermentación dura alrededor de dos semanas.

El vino se crea mediante la fermentación de uvas frescas y su contenido alcohólico suele oscilar entre los 10 y los 13 grados. Se fermenta durante seis meses aproximadamente. Se suele guardar en barriles de madera, lo que es muy importante en su proceso de elaboración.

El vodka se compone principalmente de agua y alcohol, y ciertos agregados aromatizantes. Se puede destilar de cualquier planta que sea rica en almidón, y su contenido de alcohol va entre el 30% y el 50% por volumen, lo que permite que sea posible congelarlo.

“Dentro de los que ‘engordan menos’, debido a que tienen menos calorías, se encuentran la cerveza y los vinos, ya que todos los destilados en general tienen muchas. El ron, el vodka y el pisco, por una pequeña cantidad de 45 ml, tienen todos 97 kcal. Ahora, si se le agregan bebidas dulces eso aumenta. Por ejemplo, los tragos nuevos, como el Ramazzotti o el Aperol, que están hechos con espumante tienen bastantes calorías debido a los agregados que tienen”, menciona Reyes.

Recomendaciones de las especialistas

Quienes estén intentando llevar un estilo de vida saludable deben tener en cuenta que el alcohol tiene “calorías vacías”; esto es, aporte calórico, pero sin nutrientes. Como ya vimos, cada gramo de alcohol tiene siete calorías contra las cuatro de cada gramo de carbohidratos.

“En general no podemos recomendar beber bebidas alcohólicas, pero dentro de las alternativas que uno puede encontrar, el vino tinto aporta antioxidantes y polifenoles que son protectores cardiovasculares y no tiene tantas calorías vacías como los otros alcoholes. Eso sí, lo máximo recomendado al día es tres copas de 100 a 120 ml para los hombres y dos para las mujeres”, expresa Martínez.

A esto último, Reyes comenta que debido a que el alcohol se relaciona con otras enfermedades, como el cáncer de esófago, uno no debiese recomendarlo ni siquiera por las propiedades que puede tener. “Dado todos los problemas que genera el alcohol, no se le recomienda a nadie que consuma, ni siquiera por los beneficios, especialmente porque las tasas de alcoholismo son muy altas”, añade.

Por otro lado, es necesario considerar que los destilados pierden sus nutrientes y propiedades debido a su proceso de producción, y que tienen también un alto concentrado de azúcares, que suelen aumentar cuando se realizan tragos preparados y se añaden otras bebidas.