¿Por qué se lanzan fuegos artificiales en Año Nuevo?
Con la invención de la pólvora, en China, los fuegos artificiales se utilizaron para abrir con alegría el comienzo de un nuevo ciclo lunar con las cosas buenas y para espantar lo malo.
Como todos los años, este 31 de diciembre cuando los relojes den las 00:00 horas, será el momento de los abrazos y las nuevas metas para el año que comienza. Minutos después la tradición obligaba mirar al cielo para ver como cientos de luces de colores iluminaban el firmamento. Pero más allá de las cancelaciones de shows pirotécnicos en distintas ciudades del país, incluidos los de Valparaíso y Viña del Mar, el Contestadog de Watchdog PAUTA, quiso averiguar qué significado tienen los fuegos artificiales durante estas celebraciones.
Pero no sólo eso, porque nuestro terrier chileno cargó su maleta con uvas, lentejas y prendas de color amarillo para olfatear algunas de las “tradiciones” con las que se suele recibir el año que inicia y así asegurar un 2023 lleno de buenos reporteos para esta sección.
El origen y significado de los fuegos artificiales
El origen de los fuegos artificiales está ligado al descubrimiento de la pólvora —Hou Yao en chino—, que es el componente crucial en la creación de la pirotecnia que se usa para las celebraciones. Su historia se remonta a Asia, particularmente, al antiguo Imperio Chino, los expertos milenarios en estos juegos de luces. Con el correr del tiempo se fueron perfeccionando hasta agregarles color y formas cada vez más sofisticadas.
Fernando Reyes Matta, exembajador de Chile en China y director del Centro de Estudios sobre China de la Universidad Andrés Bello, asegura que el cronista chino Wu Xing cuenta que para fabricar este explosivo los alquimistas combinaban 3/4 de nitrato de potasio, un 15% de carbón vegetal y un 10% de azufre. Así, a partir de esa mezcla que hacían estallar con fuego, obtenían la llamativa pirotecnia.
“Ocurrió que pronto se comenzaron a usar también, ya no solo para la fiesta, sino para asustar a los enemigos que no tenían los fuegos artificiales o la pólvora. De ese modo, fue como de a poco los fuegos artificiales pasaron de ser parte de la alegría de la paz, a ser parte también de la guerra”, aseguró.
Actualmente China es el exportador número uno de los fuegos de artificio en el mundo, según el Observatorio de Complejidad Económica. Durante 2020, alcanzó la cifra de US $684 millones, tras vender este producto a países como Estados Unidos, Alemania, Países Bajos, Rusia y Tailandia, quienes figuran con las mayores compras de estos artefactos.
Respecto al significado que tiene el lanzamiento de los fuegos artificiales, Reyes asegura que “no son para cerrar el ciclo sino para abrir el comienzo del que viene, es la manera de celebrar con alegría aquel término de lo que se va con sus cosas buenas, pero también con sus cosas malas”.
Cristóbal García-Huidobro, historiador y académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Santiago, cuenta que en Europa la comercialización de los fuegos artificiales en un inicio no era de carácter masivo, sino que sólo los jefes de Estado podían tener acceso para su uso.
“En el siglo XVIII hay una obra, de hecho, muy notable, que se llama la Música para los Reales Fuegos de Artificio de Georg Friedrich Händel, que se llevó a cabo por encargo del rey Jorge II de Gran Bretaña. Es música, en definitiva, que se toca, y mientras la orquesta realiza su trabajo, hay fuegos artificiales que explotan al compás de la música”, comenta García-Huidobro.
En Chile, el uso de fuegos artificiales es relativamente reciente. Si bien fueron creados con fines ceremoniales y religiosos durante los años 600 y 900 d.C, no fue hasta 1953 que se pudo disfrutar por primera vez del espectáculo que iluminó el cielo y la costa de Valparaíso. Una tradición que imitaba lo que se hacía en la antigua China, donde distintos municipios organizaban presentaciones públicas, ante la falta de recursos de algunas familias.
El primer Año Nuevo en el mar de nuestro país fue realizado por el odontólogo italiano Ernesto Dighero. Él, con la ayuda de los vecinos porteños y su observación de los cerros, creó la versión original de esta función pirotécnica, que tuvo una duración de apenas cuatro minutos, puesto que existían pocas fábricas que pudiesen proveer estos artefactos. Con el paso de los años, García Huidobro cuenta que los espectáculos pirotécnicos del siglo XX en Chile eran muy significativos, porque “para el espectáculo, la gente se preparaba casi religiosamente para ver el Canal 5, que pertenecía a la Universidad Católica de Valparaíso”.
Las infaltables cábalas de Año Nuevo
Seguramente ha escuchado que en estas fechas algunos se preparan especialmente para dar la bienvenida a un nuevo año. Particularmente en Chile, son varias las costumbres que se realizan apenas el reloj marca la medianoche. Tradiciones que van desde dar la vuelta a la manzana con una maleta hasta comer lentejas. Por eso, también decidimos consultar con expertos sobre los orígenes de estas creencias y algunos de sus consejos para disfrutar aún más el primer día del 2023.
Lentejas, ¿es mejor comerlas o ponerlas de adorno?
La creencia popular dice que recibir el nuevo año comiendo lentejas, ayuda a tener prosperidad y abundancia. Alejandra Mulet, periodista gastronómica y miembro del Círculo de Cronistas Gastronómicos y del Vino de Chile, cuenta que el origen de esta cábala/tradición proviene de Italia, específicamente de Roma, donde en esta fecha se comen lentejas cuando es medianoche. El propósito: conseguir el efecto de la abundancia, también se pueden usar de adorno, regalarlas o bien tenerlas en la mesa como un recordatorio.
Las uvas para la riqueza y prosperidad
Otra de las tradiciones que se realizan en estas fechas, es comer una o dos uvas, por cada mes del año que inicia junto con pedir un deseo. En España, por ejemplo, comerlas con cada una de las tradicionales doce campanadas. Mulet asegura que las uvas consumidas en la medianoche representan prosperidad. Otros dicen que se debe pedir un deseo por cada uva que se asocie a cada mes del año. La recomendación es revisar su calendario del 2023 para no improvisar en el instante.
Pero, nuestro Contestadog también quiso averiguar, para aquellos que no quieran comer uvas, con qué acompañar estas celebraciones. Consuelo Ceppi de Lecco, profesora e investigadora con especialidad de Enología, de la Facultad de Agronomía de la Universidad Católica, recomienda en estas fechas comenzar los aperitivos de Año Nuevo con un vino rosé y para el brindis de la medianoche, aconseja un espumante brut.
Los colores para celebrar estas fiestas
Durante esta fecha usar tonalidades como el amarillo, se suele relacionar con la atracción de la buena suerte y beneficios laborales. El rojo, en cambio, está asociado a la atracción de nuevos romances, o bien a potenciar y afianzar la relación con la pareja ya existente. Mientras que el blanco se cree que ayuda para alejar las enfermedades.
Sarika Rodrik, diseñadora de alta costura, recomienda usar colores alegres y “ser más creativos, para usar prendas con brillos para una mejor iluminación en el rostro… Usar algo que te haga sentir alegre y libre”, asegura.
La vuelta a la manzana con la maleta
Una cábala común entre los amantes de los viajes es dar la vuelta a la manzana con una maleta o subirse a una silla con la maleta para tener un año lleno de viajes.
Carlos Ruiz, youtuber viajero, conocido en redes sociales como “GoCarlos” comenta que además de esta costumbre, hay otras entre los viajeros para lograr el mismo objetivo. “Una cábala que usamos entre los viajeros y que me ha servido para volver al destino o conocerlo en el futuro, consiste en poner una moneda o un billete de algún lugar al que fuiste en el zapato durante esa noche de Año Nuevo”, comenta.