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Luego del fin de Succession: ¿qué hace que una serie sea inolvidable?

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PAUTA
POR Santiago Parro |

La clave está en la comunión de distintos eslabones claves, como el guión, la correcta selección de actores, la estética de la serie y la elección del alma del equipo: el showrunner.

Hace algunos días se emitió el último capítulo de la cuarta y última temporada de la serie Succession, que se extendió por casi cinco años. La serie encantó a personas en todo el mundo y alcanzó una audiencia promedio cercana a 8,4 millones por episodio, con lo que se suma a una larga lista de producciones que han logrado cautivar y quedar en la memoria de los telespectadores.

Actualmente, la oferta disponible en los distintos servicios de streaming es cada día más amplia y variada, por lo que nuestro Contestadog, de Watchdog Pauta, fue a preguntarle a distintos expertos qué es lo que hace que una serie sea inolvidable, para luego escribir algunos capítulos con todos los tips que le entregaron.

Eso sí, esta investigación la hizo después de maratonear Normal People, su serie favorita.

Capítulo 1: buen guion y personajes construidos correctamente

Según Syd Field, guionista y escritor de “El manual del guionista”, un texto de estudio fundamental en la carrera de Comunicación Audiovisual, el guion es una historia contada en imágenes, diálogos y descripción dentro del contexto de una estructura dramática. En otras palabras, es la base de una buena historia, ya que se conjugan personajes, escenas, conflictos y espacios, junto con las miradas, silencios y acciones.

Para crear una serie inolvidable es necesario contar con un equipo de escritura sólido. El director creativo de series de Fabula Producciones, Daniel Castell, afirma que esto marca una diferencia muy importante. “Contar con un cuarto de escritura sólido, mezclando gente con experiencia en el género de la serie que se está creando, con personas que quizás no tengan experiencia puntual en el género, pero que sí la tienen construyendo muy buenos diálogos, creando muy buenas escenas o una muy buena atmósfera”, comenta.

El guion es uno de los principales puntos de partida de las producciones, una guía a la hora de trabajar, ya que de él se desprende el desarrollo de los personajes, las locaciones a buscar, el vestuario que llevarán los actores, la duración de la serie y todo lo relevante para que el proyecto vea la luz. Si se tiene un buen guion, la historia será atractiva para la audiencia, especialmente si cuenta con personajes construidos en detalle.

El académico de la Universidad de los Andes y doctor en Film Studies -además de crítico en la web “El Agente Cine”-, Sebastián González Itier, menciona que una de las claves para que una serie sea inolvidable es que la audiencia se pueda ver reflejada en los personajes. “Que nos veamos representados, pero que también nos entreguen una visión nueva. Los personajes tienen que estar bien construidos y reflejar ciertos valores o emociones para que nosotros podamos sentirnos identificados con ellos, o también conocer a alguien que se parece”, añade.

Asimismo, si un personaje está bien escrito es posible empatizar incluso aunque no estemos de acuerdo con sus elecciones. Castell sostiene que los personajes pueden resultar entrañables incluso cuando son moralmente malos. “Hay personajes que son muy hábiles e inteligentes en lo que hacen, aunque lo que hagan sea malo, y eso hace que uno los quiera. Por ejemplo, Walter White, en Breaking Bad, parte siendo bueno, termina siendo malísimo, pero es tan bueno en lo que hace que, aunque sea malo, uno no puede, sino esperar que sea exitoso”, agrega.

 Capítulo 2: un elenco adecuado

Si se tienen personajes bien escritos es necesario contar con los actores adecuados para interpretarlos: de ellos depende que la historia termine de cobrar vida.

Los actores son quienes necesitan conocer a los personajes de manera profunda y entender su sentir para interpretar la historia de forma que se sienta credibilidad y verosimilitud con lo que está escrito. La comentarista de cine y espectáculos María Inés Sáez afirma que se habla de una serie inolvidable “cuando el elenco y la producción trasladan al espectador a vivir, solo al ver, a una etapa o sueños no realizados; o cuando se despiertan sentimientos de alegría o dolor profundos”.

De esta forma, un casting (proceso de selección) bien hecho puede llevar a una serie al éxito y marcar la diferencia con otras producciones. Castelll menciona que la importancia del buen elenco radica en que “uno puede tener personajes muy bien escritos, pero si las actrices y los actores no están bien elegidos difícilmente se va a lograr crear personajes entrañables que logren traspasar la pantalla”.

Una de las series más conocidas por su elenco fue Friends, que en 236 episodios y diez temporadas logró posicionarse en la cultura pop. Sus actores eran tan relevantes en la historia que llegaron a ganar un millón de dólares por capítulo. En este sentido, González comenta que en Friends se contaba con un elenco que sobrepasó su valor en la misma pantalla. “Una serie que fue muy larga, que tuvo grandes invitados, que involucró la vida personal de los actores dentro de la misma serie, y que marcó a toda una generación”, precisa.

Capítulo 3: la importancia del showrunner

Por otro lado, uno de los principales responsables de que todo lo mencionado anteriormente se lleve a cabo es la figura del showrunner. Este cargo corresponde a la persona que tiene toda la responsabilidad creativa y de producción en una serie: es quien crea el concepto, los personajes, los capítulos y las temporadas, y además construye un equipo de trabajo en torno a ese diseño.

Actualmente, se ha transformado en un imprescindible en las producciones audiovisuales y ha cambiado la forma de hacer series de televisión, por lo que se podría considerar que es el alma creativa del proyecto.

Uno de los showrunner más famosos hoy es Jesse Armstrong, creador y escritor principal de Succession. Castell menciona que una de las claves en el éxito de esa serie se debe a que Armstrong, en su labor de showrunner, estaba muy validado por HBO, la compañía a cargo del producto. “Con libertad para elegir los escritores con los que se sentía más cómodo para escribir la historia, empoderado y con visión de proyecto”, dice.

De esta forma, el showrunner no es quien escribe ni dirige todos los episodios, pero sí es responsable de asegurar que su visión se cumpla en todo el proceso de realización. Es la figura sobre la que se edifica la serie, tanto en guion como en las decisiones estéticas y narrativas. Además de Armstrong, otros que destacan en la actualidad son Vince Giligan (The Breaking Bad), Ryan Murphy (American Horror Story), y David Benoiff y D.B Weiss (Game of Thrones), entre otros.

 Capítulo 4: un trabajo colaborativo entre todos los departamentos

Por último, el broche de oro para que una historia se quede en el corazón de las audiencias es el trabajo conjunto, alineado y sinérgico de todos los departamentos de áreas.

Castell explica que en el mundo de la producción audiovisual, y especialmente en las series, se da un trabajo muy colaborativo. “Hay una cadena de producción, donde son muy importantes todos los eslabones de esa cadena. Y si en algún momento alguno de esos eslabones no está a la altura de la necesidad del proyecto, por mucho que en los otros departamentos de la producción haya muy buenos profesionales, es probable que eso se traspase a la pantalla”.

Uno de los departamentos críticos a la hora de realizar series es el área de Dirección de Arte. En este se encuentra una gran conexión con disciplinas como la pintura, la arquitectura, las artes escénicas, la fotografía, en las estéticas presentes en la vida cotidiana, como los objetos de uso diario, la vestimenta o el mobiliario del espacio que se quiere representar.

El director de arte es una persona que debe trabajar su creatividad constantemente, ya que a medida que avanzan las series, es común que aparezcan nuevos personajes, nuevas locaciones y cambios en el estilo de vida de los protagonistas.

Dentro de las más destacadas en este ámbito se incluyen Stranger Things, por su recreación impecable de los años ochenta; Game Of Thrones, por el desarrollo complejo de la estética única de cada reino; Mad Men, por destacar la presencia femenina a través de los colores, peinados voluminosos y accesorios brillantes, elementos que entregan un mensaje narrativo de la serie; y Narcos, por capturar la esencia de la cultura colombiana en medio de luces de neón, pantalones acampanados y camisas a rayas.