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“Earthlight” o “Luz de la Tierra”: el fenómeno espacial que transformó a Sian Proctor

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POR Trinidad Vera Castro |

En Radio Pauta, la primera mujer afroamericana en pilotear una nave espacial abordó el fenómeno de ‘earthlight’. Además, la astronauta subrayó la importancia de los avances tecnológicos que la exploración espacial ha traído a la Tierra.

En una conversación con Amaro Gómez-Pablos para Pauta Global, Sian Proctor, la primera mujer afroamericana en pilotar una nave espacial, compartió sus profundas vivencias y reflexiones tras su viaje a bordo del Crew Dragon en 2021.

A 500 kilómetros sobre la superficie terrestre, Proctor contempló nuestro planeta y descubrió un fenómeno que la transformó profundamente: la “luz de la Tierra”.

“He sido geocientífica toda mi carrera, así que conozco la Tierra y sé que tiene una alta reflectividad. Pero no fue hasta que fui al espacio que descubrí el término ‘earthlight’ (luz de la Tierra) y experimenté la luz que proviene de nuestro planeta hacia el espacio. En órbita terrestre baja, literalmente te bañas en esa luz. Es fantástico”, relató Proctor.

Esta experiencia no solo cambió su perspectiva científica, sino que también influenció su arte, pues además de astronauta, es poeta y pintora.

Sian describió la “earthlight” como una manifestación de la luz solar transformada por la atmósfera terrestre, que filtra y convierte las radiaciones más dañinas en una luz benigna y vital. “Si no fuera por la Tierra, ninguno de nosotros estaría aquí, porque la atmósfera transforma la luz solar, especialmente las partes más mortales – la radiación UV y otras cosas que no permiten la vida –, la filtra y literalmente convierte la luz solar en luz de la Tierra”, explicó.

“Earthlight” o “Luz de la Tierra”: el fenómeno espacial que transformó a Sian Proctor

Al observar la Tierra desde el espacio, Proctor veía “un retrato en movimiento. Es una pintura que siempre está cambiando. Nosotros, como humanos, somos las cerdas individuales de un pincel. No creemos que tengamos un impacto, pero cuando juntas todas esas cerdas, puedes pintar una obra maestra. Y esa es la Tierra”.

Además de sus descubrimientos sobre la luz de la Tierra, Proctor también compartió cómo fue experimentar la ingravidez. “No hay nada mejor que flotar. Todo el mundo debería tener la oportunidad de flotar. Es lo mejor. Puedes hacer volteretas y giros, y estar en cualquier orientación, y no hay impacto. Simplemente te sientes como tú. No hay presión tirándote a ninguna dirección”.

Asimismo, contó cómo dormía profundamente en el espacio, aunque con una sensación de desorientación espacial cada vez que despertaba. “Era como ‘¿dónde estoy? ¿qué es esto?’. Y no recordaba ninguno de mis sueños. Pero cuando regresé del espacio, durante dos semanas seguidas, cada noche soñaba que estaba allá. Así que mi cerebro seguía procesando esa experiencia”.

La astronauta subrayó la importancia de los avances tecnológicos que la exploración espacial ha traído a la Tierra. “Cuando resolvemos problemas en el espacio, los resolvemos en la Tierra. Y muchas veces la gente no se da cuenta de eso. Hay muchas tecnologías que obtenemos que nos mejoran aquí en la Tierra porque vamos al espacio”. Mencionó ejemplos como la tecnología satelital, que ha mejorado las comunicaciones, la localización mediante GPS y la predicción meteorológica.

Proctor también destacó la economía circular como un área clave beneficiada por la investigación espacial. “A medida que los humanos vamos a la luna y Marte, y más allá, tenemos que ser eficientes en la comida, cómo comemos, en el agua, cómo se recicla, la energía, cómo la obtenemos, la almacenamos y la usamos en lugares como la Luna. La gestión de residuos tiene que ser increíblemente eficiente y la gestión de recursos también”.

En su visión, la tecnología desarrollada para misiones espaciales puede contribuir significativamente a la sostenibilidad en la Tierra. “Como resultado de construir toda esta nueva tecnología que necesitamos para poder vivir en Marte y mantenernos allí, construimos esa tecnología aquí y esas son las áreas que mencioné anteriormente y que son las cinco principales áreas en las que tenemos problemas aquí en la Tierra”.

Finalmente, Proctor resaltó la cooperación internacional en la Estación Espacial Internacional como un modelo de colaboración que puede inspirar un futuro más unido y sostenible en la Tierra.

“La Estación Espacial Internacional es un gran ejemplo.Astronautas de EE.UU. y Rusia conviven a pesar de las tensiones entre ambos países. Al explorar el espacio, aprendemos a cooperar y ser mejores como humanidad. Al regresar a la Tierra, los astronautas sienten una conexión con toda la humanidad. Es importante recordar que no hay un Planeta B, solo la Tierra, por lo que debemos trabajar en hacerla más sostenible”, señaló.

Revisa la entrevista completa acá: